Si usted no sabe dónde meter su dinero porque le puede la incertidumbre de qué pasará con el euro, Suiza es una de las opciones clásicas para depositar capitales que buscan refugios discretos. Los banqueros de aquel país lo saben y, además, esperan conseguir negocio en el actual río revuelto en el que navega el euro. Y no descartan un aluvión de capitales españoles.
Hay varios inconvenientes, como el hecho de que abrir una cuenta en ese país exige la presencia del titular, tal y como informaba este viernes Ramón Muñoz en un articulo que publicaba el diario El País. En la misma pieza se comentaba que se requiere un saldo mínimo de entre los 8.000 y los 40.000 euros, pero EL BOLETÍN ha podido saber que si bien la mayoría de las entidades suizas sí exigen cifras que se mueven entre esos márgenes, cada vez existen más banqueros helvéticos que se ofrecen a los ahorradores menos pudientes -como quizás los españoles tras más de dos años sufriendo la crisis de deuda- sin requerir ninguna cantidad mínima.
«Un banco totalmente regulado, que no exige saldo mínimo y da la posibilidad de abrir cuentas de ahorro». Esto es lo que ofrece, por ejemplo, el banco Swissquote. Esta entidad tiene a 355 empleados en su plantilla y en su portal digital se define como un servicio online de asesoramiento financiero. Su cuartel general está ubicado en la localidad de Gland, aunque tiene una oficina en Zurich. «No mantiene una gran exposición, en general, y la compañía la verdad es que está muy bien llevada», comenta uno de sus clientes, aunque aclara que es preferible tener un buen dominio del inglés o del alemán para poder entenderse bien con su personal. «Creo que es un sitio relativamente seguro», explica esta misma persona. Por lo visto, esta entidad también cuenta con fondos cotizados (ETF) sobre el precio del oro garantizados por el cantón de Zurich.
En cualquier caso, un inversor español que mantiene cuentas en algunas entidades suizas, al ser preguntado por este periódico sobre la ventaja de las mismas, no se muestra muy decidido a recomendarlas. Esta persona argumenta que si bien la opacidad es un beneficio general -que no durará eternamente, matiza- que se puede encontrar en el sector bancario del país centroeuropeo, las gestiones a la hora de retirar el dinero de una cuenta cualquiera son bastante complicadas. Además, esta fuente aclara que incluso la propia gestión de las entidades suizas deja bastante que desear en comparación a la que ofrecen otros bancos europeos, también españoles.
No obstante, es indudable que Suiza ofrece un refugio para aquellas personas que no confíen en el futuro inmediato del euro ante las turbulencias que sacuden el mercado desde hace ya dos años. Y si bien este destino siempre se ha asociado tradicionalmente a las grandes fortunas, parece que esta realidad está empezando a cambiar ante una creciente demanda por parte de ahorradores afincados en países con complicaciones (Grecia, Italia, España o Portugal, por ejemplo) para entrar en él, tal y como se confirmó hace varios meses cuando se dio a conocer que la mayoría del capital retirado de los bancos griegos desde 2008 había aterrizado en medio de los Alpes.