Si el consumo familiar de EEUU no repunta ahora, nunca lo hará. Ha llegado el Black Friday y con él la locura. Colas interminables a las puertas de los grandes almacenes plagados de dependientes hambrientos de clientela.
Ya se sabe que los economistas siguen con mucha atención las cifras que depara el fin de semana del ‘día de acción de gracias’, lo más parecido al macropuente de la constitución de que disponen los estadounidenses.
Más que tiempo para viajar, es tiempo para comprar. Aparatitos tecnológicos, sobre todo. Y las principales marcas de electrónica de consumo se han volcado en esta cita con apetitosas rebajas. ¿Funcionará? Las imágenes parecen indicar que sí. Pero no basta con entrar a las tiendas hay que salir con las bolsas repletas.
Si los números acompañan ahora, las ventas navideñas pueden darle un impulso a Barack Obama y a sus posibilidades de reelección. Sólo si el consumo se reactiva será posible que las cifras de crecimiento económico propicien la creación de empleo…Así que, compre, compre, compre, compre…