Pendientes de la Iglesia

Evolución de la crisis

Pendientes de la Iglesia

Nos acercamos al final de un año que muchos cubanos consideraban decisivo y que, sin embargo, ha supuesto una nueva dosis de decepciones para la mayoría. Ni el cónclave comunista, supuesto paso institucional previo a las reformas económicas ‘revolucionarias’ que iban a ponerse en marcha, ni el formato final que presentan algunos de los cambios prometidos, como la liberalización de la compraventa de casas o la de los automóviles, tienen nada que ver con lo que anticiparon los más optimistas.

Quizá, por éso, a la hora de empezar a hacer los tradicionales resumenes una vez más se echa la vista hacia el futuro. Por si se ve algun síntoma, más o menos, prometedor en el horizonte. Aunque nadie quiere echar las campanas al vuelo.

Ahora, por supuesto, la principal incógnita, es si el Papa visitará o no visitará la Isla, que parece que sí lo hará, pero falta la fecha oficial, una guinda sin la que el pastel no puede ser presentado en la mesa. Y, a la par, si esa Iglesia Católica que tan bien parece entenderse ahora con Raúl Castro y su equipo mantiene la posición que ha tenido hasta ahora o gira hacia una postura algo más exigente.

De momento, el cardenal Jaime Ortega, ratificado hace muy poco en su puesto, parece enrocado en una estrategia que consiste en dar por buenos los pasos cortos que da el Gobierno, con el convencimiento de que mientras estos pasos no sean hacia atrás son mejores que nada, incluso aunque se sea consciente de que entre este movimiento y la quietud hay pocas diferencias.

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