Las autoridades italianas tienen previsto reducir en 300.000 funcionarios públicos las administraciones del país para el 2014, según se traduce de una carta enviada desde Roma a Bruselas, y a la que ha tenido acceso la agencia especializada Dow Jones.
En la nota también se explica cómo el -ya nuevo- Gobierno italiano pretende convertir en más eficiente el mercado laboral. La carta parece demostrar que, a pesar del cambio de liderazgo al frente del país -Silvio Berlusconi por Mario Monti-, las medidas de austeridad exigidas por las autoridades europeas van a llevarse a cabo.
En cuanto a las pensiones, la misiva establece que la edad de jubilación se equiparará en los 65 años tanto para los hombres -que ya asumían tal edad como su retiro- como para las mujeres del sector público -para quienes entrará en vigor en 2012-. También se atrasará la percepción de las pensiones desde los 12 meses hasta los 18 meses.