El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha desmentido los rumores sobre su inminente dimisión, algo que augura la prensa italiana, que lo da por hecho y asegura que podría anunciarse en cuestión de horas. Pese al desmentido, la Bolsa italiana sube con fuerza, un 2%, tras las caídas de esta mañana.
«He hablado hace poco con el presidente Berlusconi y me ha dicho que los rumores sobre su dimisión no tienen fundamento», ha asegurado el portavoz del partido Pueblo de la Libertad (PDL), Fabrizio Cicchitto, en declaraciones recogidas por Efe.
El diferencial de la deuda italiana a diez años contra el bund alemán ha ascendido esta mañana a un máximo no visto desde 1995, los 481 puntos básicos, debido a la presión que se amontona sobre el Gobierno de Silvio Berlusconi para que apruebe unas reformas estructurales y también por la posibilidad de que se tenga que enfrentar a la enésima moción de confianza en la administración esta misma semana. Sin embargo, los rumores han conseguido relajar el riesgo país hasta los 478 puntos básicos.
Según asegura el subdirector de Libero, Franco Bechis este mismo partido «le había pedido que dimitiese hoy, pero él ha dicho que mejor mañana porque tenía citas privadas en Milán». Para el director del periódico Il Foglio, Giuliano Ferrara, y Belchis no se trata de rumores y aseguran que Berlusconi dimitirá. Para Ferrara, la dimisión de Berlusconi llegará ya hoy, pues es «cuestión de horas», explica en la edición digital del rotativo que dirige.
Mientras que el subdirector de Libero, un diario considerado cercano a Berlusconi, publicó un mensaje en la página del diario en la red social Twitter en el que afirmaba que tenía «noticias contrastadas sobre que Berlusconi presentará su dimisión mañana por la mañana».
Belchis asegura que Berlusconi propondrá un Gobierno presidido por su mano derecha Gianni Letta. El subdirector explica que intentará en estas últimas horas convencer a algunos de los diputados que le han dado la espalda para poder presentarse mañana con una amplia mayoría en la votación de las Cuentas del Estado de 2010.
Dado que la oposición ha anunciado que podrá abstenerse, el primer ministro podría decidir tras la votación subir al Quirinal, la sede de la República, para presentar su dimisión al Jefe de Estado, Giorgio Napolitano, agrega Bechis.