No se fían de él. Van a controlarle. O a ayudarle para que el levantisco parlamento italiano acepte las reformas. A lo mejor estos envíados del FMI y la UE que supervisarán el tabajo de Berlusconi, se supone que por orden de Merkel y Sarkozy, lo que van a hacer en controlar a Umberto Bossi. Ese socio de gobierno que no deja que el gran Silvio aplique las recetas que le prescriben en Bruselas.
A Berlusconi se le escucha poco. Lo mismo sí es verdad que sin él como presidente del Gobierno italiano, la UE ni rescataría, ni apoyaría a este gran país del Mediterráneo. Eso sí, Zapatero va a conseguir lo que quiere: Que nadie intervenga a España mientras el sea presidente del Gobierno. Aunque para lograrlo haya hundido al PSOE.