El mayor banco alemán por capitalización bursátil, Deutsche Bank, ha vuelto a reiterar que no cumplirá sus objetivos de rentabilidad para el conjunto de 2011 establecidos en 10.000 millones de beneficios, tal y como había adelantado ya el pasado 4 de octubre a pesar de sus ganancias en el tercer trimestre del año, por encima de lo esperado.
Deutsche Bank ha presentado este martes unos resultados trimestrales en los que destaca que este grupo financiero continúa huyendo de Grecia. En el tercer trimestre del año, la entidad que preside Josef Ackermann logró recortar en 228 millones sus negocios en el país mediterráneo en relación al período inmediatamente anterior. En total, mantiene aún 4.400 millones de euros en bonos soberanos helenos, portugueses, irlandeses, españoles e italianos, en comparación a los 12.100 millones de euros que tenía depositados en estos mismos productos a finales de 2010.
El banco ha informado de unos ingresos netos de 777 millones de euros, aunque las estimaciones del mercado vaticinaban unos ingresos de apenas 342 millones de euros. Cerca de la mitad de la cifra conseguida se debe al negocio de banca minorista que tiene la entidad, que ha generado por sí sola 310 millones de euros. Todo ello a pesar de que la entidad germana está considerada como uno de los grandes bancos de inversión europeos, y tiene una fuerte presencia en EEUU de la mano de su filial en territorio estadounidense Bankers Trust, adquirida en 1998.
El año pasado, en este mismo período, Deutsche Bank informó de unas pérdidas de 1.200 millones de euros debido a la adquisición de otro grupo germano: Deutsche Postbank. De no haber sido por esta operación, la entidad que dirige Ackermann habría registrado unos beneficios netos de 1.100 millones de euros (con lo cual, y sin tener en cuenta esta operación, los ingresos del banco han caído sustancialmente en términos interanuales). Aunque precisamente, ha sido la compra del Postbank la que ha aumentado el número de clientes particulares -los que operan con el negocio de banca minorista del banco- hasta los 29 millones de personas.
Por su parte, el negocio de banca de inversión de Deutsche Bank sufrió, sin embargo, un fuerte revés. Con un beneficio trimestral de 70 millones de euros, esta cifra queda muy lejos de los 1.100 millones de euros de beneficio obtenidos en el tercer trimestre de 2010. Ackermann ha asegurado que el tercer trimestre de 2011 ha sido la «etapa más complicada desde el 2008», que fue cuando sucedió la quiebra del gigante Lehman Brothers.
