La patronal bancaria internacional (IIB, por sus siglas en inglés), cuyo mayor responsable es a su vez el consejero delegado del Deutsche Bank, Josef Ackermann, parece dispuesta a aceptar una quita de la deuda griega de hasta el 40%. De este modo, los 400 mayores bancos del mundo representados en esta organización asumen que tendrán que involucrarse más de lo previsto en Grecia, dado que el pasado julio acordaron una quita de tan sólo el 21%. No obstante, advierten que una cifra que supere ese 40% no es tolerable.
Según los analistas de Thomson Reuters, con una quita del 40% en deuda griega y unas exigencias del 9% de core capital por parte del regulador bancario europeo (EBA, por sus siglas en inglés), las necesidades de recapitalización de la banca del Viejo Continente ascenderían hasta los 223.600 millones de euros. Aunque la entidad más afectada quedaría fuera del euro: el Royal Bank of Scotland (RBS), con unas necesidades de 18.900 millones de euros.
Tras el RBS se encontraría, siempre según esta agencia, el propio Deutsche Bank (con unas necesidades de 13.200 millones de euros), seguido del italiano Unicredit (12.600 millones de euros), la conglomeración de cajas de ahorros francesas BPCE (12.000 millones de euros) y Société Générale (11.800 millones de euros). En los siguientes puestos llegarían, uno detrás de otro, los principales bancos griegos con unos requerimientos adicionales de capital de entre 6.000 millones y 4.000 millones de euros.
La aceptación de la patronal bancaria de un 40% de quita ha sido filtrada por el diario Financial Times, que ha citado a fuentes cercanas al sector. Además, esta filtración coincide con un informe elaborado por expertos del Deutsche Bank esta semana en el que se asegura que una quita del 40% se podría asumir, aunque otorgando eso sí una gran importancia a la ampliación del vencimiento de los bonos soberanos helenos (y que en vez de devolvernos, por ejemplo, en diez años se puedan devolver y cobrar dentro de 30 años), y restándosela por ello a un impago en sí.
No obstante, y a pesar de todo, la semana pasada el propio Josef Ackermann advirtió en contra de una quita superior al 21% de deuda griega. Aunque desde Berlín dan por seguro que esta cifra será del 50% y el jefe del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, llegó a anunciar hace unos días que esta cifra superaría el 60%.
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