El presidente del Gobierno griego, Yorgos Papandreu, se reunirá hoy con Antonis Samaras, que es el líder del partido Nueva Democracia (ND), principal formación opositora. El encuentro tiene lugar un día después de que la agencia The Associated Press informara de que el Ejecutivo socialista baraja la posibilidad de sacar a la calle a las fuerzas armadas ante una semana plagada de huelgas y protestas ciudadanas. El periódico local Ta Nea asegura que ambas personalidades están involucradas «en una lucha crítica para evitar una catástrofe nacional y que no descartará ninguna opción para mantener la estabilidad del país».
Grecia comenzó una nueva semana de protestas ayer, cuando algunos transportes como los ferrys que conectan las principales islas del país con la península dejaron de prestar su servicio hasta el próximo jueves. Además, varias decenas de ciudadanos asaltaron un camión policial que, en un suburbio de Atenas, se dedicaba a recoger la basura que desde hace 17 días está en la calle debido a una huelga indefinida convocada por este sector.
Hoy se mantienen ocupados el Ministerio de Trabajo y el de Finanzas por funcionarios públicos y, además, los profesionales de los medios de comunicación han decidido secundar la huelga. Los sindicatos de la industria ferroviaria y los que tienen competencias en tráfico aéreo también pretenden protestar hoy. Mañana miércoles se celebra un paro generalizado en todo el país. Se espera que las manifestaciones convocadas para entonces terminen en graves disturbios.
Toda esta tensión social se debe a la votación que el próximo jueves celebrará el Parlamento del país. Papandreu pretende sacar adelante durante esta sesión las últimas medidas de austeridad anunciadas a principios de este mes, y entre las que se incluyen el despido parcial de 30.000 empleados públicos y la imposición de un nuevo impuesto del 1% sobre los ingresos anuales. Durante el encuentro entre Papandreu y Samaras también se abordarán estas cuestiones. El líder socialista tratará de que los parlamentarios de ND apoyen este nuevo paquete de ahorro.
Estos recortes fueron exigidos en septiembre por la troika (así se conoce al grupo prestamista de Grecia: BCE, FMI y Bruselas) para aprobar el envío del sexto tramo de las ayudas, valorado en 8.000 millones de euros. Una cantidad que el Gobierno necesita para pagar las pensiones y los sueldos públicos de octubre.
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