La delegación de la troika (así se conoce al grupo prestamista de Grecia; FMI, BCE y Bruselas) ha decidido esta mañana pasar de largo por delante del Ministerio de Trabajo griego al ver que los accesos al mismo habían sido ocupados por funcionarios públicos que protestaban contra las últimas medidas de austeridad anunciadas esta semana por el Gobierno y exigidas, precisamente, por la troika.
Los emisarios del grupo prestamista tenían que reunirse a primera hora de hoy con Yannis Ragoussis, el ministro de Trabajo heleno. Según informa la agencia Associated Press, tras observar que el edificio había sido ocupado por los manifestantes y que éstos también se encontraban en los alrededores, la delegación decidió cancelar su encuentro.
Esta comisión de la troika llegó a Atenas el jueves por la noche después de haberse marchado del país hace unas semanas a la espera de que el ejecutivo que lidera el socialista Yorgos Papandreu anunciase nuevos recortes. Finalmente, Papandreu accedió a ello y esta semana anunció un nuevo impuesto a la ciudadanía. Por ello la troika ha decidido volver para seguir negociando la entrega del sexto tramo -8.000 millones de euros- de las ayudas a Grecia. Pero el clima social que se respira en el país mediterráneo es cada vez más complicado.
Tras el anuncio del nuevo impuesto, varios sectores se declararon en huelga de 48 horas. Uno de los más activos en las protestas es, precisamente, el sector del Transporte.
