Hasta 178 llamadas telefónicas diarias. Una cada 8,1 minutos. Y así durante un año, hasta totalizar la impresionante cifra de 65.000 telefónos sin que los cambios de número intentados por su víctima pudieran parar el impresionante acoso. Esto es lo que habría hecho, según la policía y el pobre afectado, una mujer holandesa de 42 años, residente en La Haya con un hombre casado de 62 años que niega haber tenido nunca una relación con ella.
Ella en cambio asegura que eran amantes y que le llamaba mucho por teléfono porque eso es lo normal cuando hay una relación. Lo cierto es que el caso presenta algunos ángulos oscuros a tenor de las informaciones que publica sobre él la prensa holandesa. Cómo el hecho de que el sufridor de estos ataques los soportara casi durante un año sin denunciar el caso a la policía. No lo hizo hasta el pasado mes de agosto, a pesar de que el ataque de su cariñosa y presunta novia se habría iniciado en junio de 2010.