El mayor sindicato de Italia ha convocado para hoy una huelga general y manifestaciones en cerca de cien ciudades para protestar contra el plan de ajuste presupuestario aprobado por el Gobierno, que hoy será votado en el Senado.
La huelga fue convocada el pasado 23 de agosto por la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), en contra de unas medidas que consideran que eliminan los derechos de los trabajadores y condenan al país «a la recesión económica y a la decadencia civil».
El sindicato denuncia que con sus dos planes, Berlusconi ha «impuesto más tasas a los trabajadores y a los jubilados, ha recortado los servicios y la sanidad, sin garantizar el equilibrio de las cuentas públicas, ni favorecer el crecimiento y la ocupación».
Los efectos de la huelga ya han comenzado a notarse. Hoy el diario Corriere della Sera no ha salido hoy a la venta por la huelga de los tipógrafos, que no alcanzaron un acuerdo con la dirección para garantizar la publicación del rotativo.
La huelga coincidirá con la llegada del texto del plan de ajuste al Senado para su discusión y aprobación, que se espera para finales de esta semana, y que después deberá ser ratificado por la Cámara de los Diputados. Desde su aprobación en el Consejo de Ministros a mediados de agosto el plan de ajuste ha sufrido numerosas modificaciones, entre ellas, la más importante ha sido la supresión del llamado impuesto de solidaridad que tenían que pagar quienes superasen 90.000 euros de rentas anuales.