Google está a punto de hacerse con Motorola Mobility por 12.500 millones de euros, una operación que tiene lugar en un momento en el que el gigante de Internet se encuentra en la mira de las autoridades antimonopolio de todo el mundo. Sin embargo, eso no significa necesariamente que la compra se bloqueee, según los expertos que cita The Wall Street Journal.
El acuerdo es de teléfonos móviles. En ese mercado, Google es un pequeño actor y la situación no cambiaría demasiado incluso después de la adquisición. La combinación podría plantear preocupaciones acerca de si el buscador continuará proveyendo a sus rivales el libre acceso a Android, su software para dispositivos móviles. No obstante, tales cuestiones no parecen ser lo suficientemente graves como para frustrar el acuerdo, opinan los analistas.
Motorola no tiene una posición dominante en el mercado de teléfonos móviles. Hace cinco años, su cuota de mercado en todo el mundo rondaba el 20%, mientras que ahora se ha reducido al 2,4%, según con los datos de la consultora Gartner.
Tampoco Google compite de manera directa con Motorola, lo que aumenta todavía más las probabilidades de que el acuerdo sea aprobado.
Sus rivales Microsoft y Apple podrían intervenir con objeciones a la transacción. La compañía fundada por Bill Gates se ha quejado ante los reguladores estadounidenses y europeos sobre el comportamiento de Google en otras cuestiones. Sin embargo, en Google son optimistas.