Cameron ‘blinda’ la City

El primer ministro británico, David Cameron, ha comparecido ante la opinión pública para anunciar que se han suspendido todos los permisos de los policías porque “necesitamos mucho más, mucho más agentes» y «haremos lo necesario para restaurar el orden”. En total, habrá 16.000 agentes en las calles a partir de esta noche, 10.000 más que en las últimas jornadas.

Y es que la ola de disturbios y saqueos, que comenzó el sábado en Londres y que ya se ha extendido a varias ciudades del país como Birmingham, Liverpool o Leeds, se ha cobrado su primera víctima mortal: un hombre de 26 años de edad. Según ha informado la Policía Metropolitana, el fallecido fue disparado en un automóvil anoche durante los disturbios en Londres y ha muerto como consecuencias de las heridas, aunque no se ha informado sobre quién le disparó.

Cameron ha hecho estas declaraciones tras reunirse con la ministra del Interior y los responsables policiales, en las que describió las imágenes de violencia como “escenas repugnantes”. El líder británico acabó pidiendo «acciones más contundentes». «La gente no debería tener ninguna duda de que haremos todo lo necesario para restablecer el orden en las calles de Gran Bretaña».

Además, se mostró muy enérgico a la hora de advertir de que él y su gobierno «están determinados a hacer justicia» y a que «los responsables de estos disturbios sientan todo el peso de la ley».

Y es que la ola de disturbios y saqueos, que comenzó el sábado en Londres y que ya se ha extendido a varias ciudades del país como Birmingham, Liverpool o Leeds, se ha cobrado su primera víctima mortal: un hombre de 26 años de edad. Según ha informado la Policía Metropolitana, el fallecido fue disparado en un automóvil anoche durante los disturbios en Londres y ha muerto como consecuencias de las heridas, aunque no se ha informado sobre quién le disparó.

Cameron ha hecho estas declaraciones tras reunirse con la ministra del Interior y los responsables policiales, en las que describió las imágenes de violencia como “escenas repugnantes”. El líder británico acabó pidiendo «acciones más contundentes». «La gente no debería tener ninguna duda de que haremos todo lo necesario para restablecer el orden en las calles de Gran Bretaña».

Además, se mostró muy enérgico a la hora de advertir de que él y su gobierno «están determinados a hacer justicia» y a que «los responsables de estos disturbios sientan todo el peso de la ley».

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