Se acabó lo que se daba. Más de la mitad de los ciudadanos estadounidenses con más de 250.000 dólares en activos han declarado que ya no están dispuestos a costear toda la educación universitaria de sus hijos, según un estudio llevado a cabo por Bank of America.
El 47% de los padres encuestados han dicho que no han pagado o que no pagarán todos los gastos que conlleva la educación superior en la primera potencia del mundo. Según la mayoría de ellos, cerrar el grifo de casa enseñará a los estudiantes la importancia que tiene en el mundo actual el ahorro, además de forzar a que se planifiquen y asuman una estrategia económica del gasto que podría ayudarles mucho en el futuro.
Los expertos aseguran que con una esperanza de vida mayor y una tasa de desempleo grave en el país, en los tiempos que corren cada vez son menos los jóvenes licenciados que encuentran trabajo poco después de terminar sus estudios. No obstante, la mayoría de los padres consultados -el 82%- asegura que apoyará económicamente a sus hijos durante sus primeros años en la edad adulta si esta ayuda fuese requerida.
De media, un curso en la universidad pública de EEUU cuesta 7.605 dólares (5.330 euros). En las universidades privadas sin ánimo de lucro el coste asciende a 27.293 dólares (19.126 euros). El 64% de los padres encuestados han reconocido, además, que tratan sobre el futuro de sus hijos con sus asesores financieros.