Una de las agencias de rating con mayor presencia dentro del mercado chino, Dagong Global Credit, ha rebajado la nota de solvencia de EEUU hasta A desde A+, la misma nota que tienen los papeles rusos, y ha situado su perspectiva en negativa. Los analistas de esta institución financiera vaticinan que el complicado clima político que se vive en Washington, y que se ha puesto de manifiesto con las duras negociaciones entre republicanos y demócratas para alcanzar un nuevo techo de la deuda, dificultará la resolución de futuros problemas relacionados con los bonos soberanos estadounidenses.
Los medios financieros de EEUU han reaccionado a esta noticia acusando a la agencia del gigante asiático de utilizar a la primera potencia del mundo para promocionarse, y han restado importancia a la decisión de una calificadora «que ya se presentó a todo el mundo hace un año [en julio de 2010] en el negocio de ratings posicionando a China por encima de EEUU», en palabras del rotativo The Wall Street Journal, que además critica al presidente de Dagong, Guan Jianzhong, acusándole de no ser consecuente con sus opiniones. «Jianzhong dijo en junio que EEUU ya había entrado en posición de default, lo que a uno le hace preguntarse por qué aún no ha rebajado la calificación del Tesoro hasta el bono basura», añade el artículo del medio neoyorquino.
No obstante, la decisión de Dagong Global Credit va en línea con las opiniones de algunos inversores internacionales. Gibson Smith, co director de renta fija de la gestora de fondos Janus Capital, ha escrito en una nota a la que ha tenido acceso EL BOLETIN que «es cada vez más probable que EEUU pierda su calificación crediticia de AAA [la nota que ostenta la primera potencia del globo en Moody´s, Fitch y Standard & Poor´s; las tres mayores agencias de calificación del mundo]».
Además, las decisiones de Dagong tienen una fuerte influencia en el entramado financiero chino. Y el gigante asiático es el mayor acreedor de EEUU por su fuerte exposición a la deuda pública emitida por el Tesoro de este país (1,16 billones de dólares según informó la agencia Reuters en el primer trimestre del año), aunque sus autoridades económicas han comentado recientemente que buscan diversificar las inversiones estatales. China superó a principios de este año a Japón como la segunda mayor potencia económica del mundo.