Islandia está muy cerca de celebrar la entrada en vigor de su nueva Constitución. Tras la entrega del borrador definitivo por parte del Consejo Constitucional (compuesto por 25 ciudadanos) al presidente del Parlamento (Althingi), Asta Ragnheidur Johannesdottir, ahora sólo queda que la población del país vote en referéndum si aprueba la nueva Carta Magna.
La redacción de una nueva Constitución que modifique a la actual era una asignatura pendiente desde hace años, porque Islandia no cuenta con un documento propio, sino que heredó, tras añadirle algunos discretos matices, la Constitución danesa, país del que dependió esta isla nórdica hasta el año 1944. No obstante, la crisis bancaria de 2008 y los posteriores juicios a políticos y banqueros han impulsado finalmente la iniciativa.
Los 25 consejeros constitucionales fueron elegidos para la ocasión de entre 522 candidatos, y han revisado un documento de 700 páginas en donde casi un millar de islandeses expuso sus ideas durante una jornada llamada Foro Nacional, celebrada hace varios meses, sobre los contenidos de este importante documento. La población de este país es de 320.000 habitantes.
Las redes sociales también han sido de vital importancia a la hora de contar con la participación ciudadana. En un país en donde dos tercios de la población está dada de alta en Facebook, los encargados de redactar el documento teniendo en cuenta la opinión de los habitantes de la isla han creado grupos y foros de debate en la Red para mantener informados a sus conciudadanos.