La banca de Francia y Alemania, la más expuesta a Grecia, está muy cerca de cerrar un negocio altamente lucrativo. Relacionado, nada más y nada menos, que con Grecia. Las últimas negociaciones entre el sector y Bruselas para que los tenedores privados de deuda helena mantengan voluntariamente su exposición al país mediterráneo ha registrado una última versión mediante la cual estas entidades saldrían muy beneficiadas del proceso para diversos observadores internacionales que siguen de cerca el proceso.
Según ha informado la agencia Reuters, estos bancos se comprometerían a refinanciar el 50% de su deuda en el momento en el que venza entre ahora y el 2014, comprando nuevos bonos a 30 años y con un tipo de interés del 5,5% que podría incrementarse si la economía del país registra crecimiento. El otro 50% de la deuda que venza hasta el 2014 se divide en dos partes; el 30% será pagada automáticamente, y el 20% restante será invertido en un fondo garantizado con acciones de máxima solvencia (AAA), y con unos intereses que se abonan cuando sea su vencimiento.
Para los expertos, es difícil encontrar un depósito de estas características en algún otro punto de Europa. Además, si este acuerdo es el que finalmente se establece, los bancos (aunque también las aseguradoras y otros grandes acreedores) se embolsarían automáticamente un 30% de la deuda, que era lo que aspiraban a ganar recientemente en el caso de que Atenas declarase el impago. Y el otro 70% se puede presumir, para los observadores internacionales, como una gran inversión.
El pasado lunes el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, confirmó que la banca del país estaba dispuesta a mantener su exposición voluntaria a Grecia. En Alemania, las principales entidades del país y el Gobierno de Berlín mantienen todavía las negociaciones, pero con unos incentivos de este calibre, además de la posibilidad de adquirir activos públicos griegos a precio de saldo, no parece que la negativa vaya a ser una alternativa. Menos aún si se tiene en cuenta, tal y como explicó a EL BOLETÍN un gestor de hedge funds, que salvando al Deutsche Bank, el resto de los bancos teutones se encuentran bajo la influencia de la clase política.