La incertidumbre sobre el euro y el cierre del semestre devuelven las tensiones a la deuda

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La incertidumbre sobre el euro y el cierre del semestre devuelven las tensiones a la deuda

La volatilidad se ha vuelto ha hacer presente hoy en el mercado de deuda, donde los miedos a que la situación que atraviesa Grecia traspase sus fronteras han provocado el repunte generalizado de la rentabilidad de los bonos periféricos a media sesión. Los rumores que hoy han circulado por los corros inversores han favorecido la especulación con los títulos soberanos de deuda a las puertas del fin de semestre, cuando los inversores buscan maximizar el beneficio de sus carteras y rebajar el peso de los activos peor considerados, como es el caso de la llamada deuda periférica.

Los analistas coinciden en que mientras no se formule una solución para el problema de la deuda griega que lance un mensaje claro sobre la estabilidad del euro, la especulación sobre posibles contagios entre los periféricos se mantendrá y el distanciamiento entre sus títulos de deuda y los de Alemania seguirá aumentando hasta máximos históricos, desde los que no parece que haya un fácil y rápido descenso dada la cercanía del cambio de semestre.

Nuria Álvarez, de Renta 4, cree que en el caso de España “los inversores no han valorado las medidas que ha tomado el Gobierno y el esfuerzo mostrado por cumplir los objetivos de déficit”, por lo que “hasta que no haya soluciones sobre la mesa, será difícil ver una moderación en el spread”, para el que el consenso de los expertos fijan un techo a corto plazo en los 290 puntos básicos mientras se mantenga la incertidumbre en el país balcánico que da vía libre a la especulación en uno u otro sentido según convenga a los grandes inversores del mercado de deuda.

Según los expertos de este mercado, es tradicional que la proximidad del final de semestre traiga cambios en la composición de muchas carteras de inversión y es de esperar, dicen, que ante el escenario actual sean muchos los inversores que quieran limitar su exposición a la deuda soberana del Viejo Continente, sin antes haber sacado partido a sus posiciones actuales. Para conseguirlo existen dos opciones: dejar de acudir a nuevas subastas y vender los títulos de deuda a un tercero para luego recomprarlos a un precio más asequible o, directamente deshaciéndose de ellos.

Esta falta de apetito real por los bonos periféricos se ha palpado en la subasta de obligaciones a 15 años del Tesoro español. Las arcas públicas han conseguido colocar 2.839 millones de euros con una demanda inferior a la de otras citas y muy lejos del rango alto de la horquilla fijada por el Tesoro en 3.500 millones. Para más inri, el organismo económico ha tenido que aumentar la rentabilidad de estos papeles en un 6,11%, hasta alcanzar un tipo del 6,043%. Dicha cifra ha supuesto el máximo para esta categoría de emisión desde el año 2000 y se ha quedado a sólo tres centésimas de igualar máximos históricos.

La causa de estas malas cifras también parece estar precisamente en un rumor que ha corrido como la pólvora en los círculos inversores poco antes de la subasta y que da idea de hasta dónde llega la especulación de algunos inversores: el Tesoro suspendía su cita con los mercados a la espera de un momento más oportuno. El rumor ha resultado totalmente infundado, pero ha pasado una elevada factura a la segunda emisión soberana de esta semana y ha golpeado duramente la prima española de riesgo.

La rentabilidad exigida en el mercado secundario a la deuda española a diez años ha aumentado, al cierre de esta edición, hasta un 5,73%. Sin embargo, a mediodía esta tasa era aún mayor y dejaba un ‘spread’ de 289,5 puntos sobre el ‘bund’ alemán (2,93%). Una cifra que ha supuesto el máximo de este año y se ha quedado a sólo cinco décimas de la máxima cota histórica, alcanzada el 30 de noviembre del pasado año, en pleno rescate a Irlanda.

El panorama ha sido muy similar en el resto de bonos periféricos, en favor del alemán que ha rebajado en cinco puntos básicos su rentabilidad. Un recorrido muy distinto al de la deuda helena (18,44%), en el ojo del huracán, que ha aumentado su diferencial con los alemanes en más de 100 puntos hasta los 1.552. Alzas de más de 30 puntos en los papeles irlandeses (11,8%) y portugueses (10,91%) y hasta de 20 puntos en el caso de los italianos (4,90%), hasta los 197 de ‘spread’.

La moneda común europea también se resiente y queda hoy, al cierre de esta edición, a un cambio de 1,41 dólares, lo que supone una caída de más del 1,9% desde que comenzó la semana. El gran beneficiado de esta incertidumbre, junto al ‘bund’ alemán, ha sido el oro. La onza del preciado metal ha hecho gala de su posición como valor refugio ante la volatilidad de los mercados y se ha encarecido en 17 dólares desde el lunes, lo que supone un repunte del 1% desde que se conoció el fracaso de las negociaciones en Bruselas para trazar la hoja de ruta que el Gobierno griego espera para salvar sus compromisos con los acreedores.

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