El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que este año presidirá el club de los 20 países más industrializados del mundo, ha recibido varias recomendaciones de diversos expertos de cara a esta misión. Las más notables incluyen cambios estructurales y que se concedan más poderes al Fondo Monetario Internacional (FMI) en un marco de crisis global.
Por eso el informe -que firman entre otros los ex directores del Fondo Michel Camdessus y Hoerst Koehler e incluso el ex presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed) Paul Volcker- pide que la estructura del G 20 cambie y que cada país miembro represente, a su vez, a los países vecinos, tal y como funciona el Comité Financiero de la institución multinacional. De este modo, podrían estar representados los 187 miembros del FMI.
Otra de las recomendaciones, en esta línea, es modificar el estado de las divisas en los mercados internacionales y que no sea siempre el dólar la moneda de cambio.
El yuan chino o incluso una divisa específica del FMI (por la cual optan Brasil, Rusia, China e India) deberían posicionarse, en opinión de estos expertos, como divisas alternativas a la moneda estadounidense a la hora de realizar transacciones en los diferentes mercados.
Además, también se pide a Sarkozy que convierta en permanentes varias competencias del Fondo que actualmente son temporales, como por ejemplo su capacidad de ‘rescatador de última instancia’, tal y como lo ha definido Camdessus.