El Banco Central de Alemania, o Bundesbank, ha puesto en duda que las nuevas pruebas de solvencia de la banca que quiere realizar Bruselas el próximo mes de marzo sirvan para calmar a los mercados y beneficiar así al sector.
El director de Supervisión de esta institución, Franz-Christoph Zeitler, ha dicho en una entrevista concedida al diario Handelsblatt que «con la publicación de los datos de entidades individuales, las pruebas de solvencia cambian su carácter original y pueden suponer, por sí mismas, una fuente de riesgo».
Aunque aún se desconocen los detalles sobre cómo se llevarán a cabo estas nuevas pruebas, todo apunta a que los bancos tendrán que informar de su solvencia, además del capital que poseen.
Las primeras pruebas de solvencia fueron coordinadas por el BCE (aunque llevadas a cabo por los bancos centrales de cada país) el pasado mes de julio. También entonces desde Berlín opuso resistencia a que sus entidades se enfrentasen al examen, aunque a las autoridades germanas no les quedó otro remedio ante la desconfianza que se hubiese adueñado del sector bancario teutón tras una negativa en firme.
Los bancos alemanes son parte de los principales tenedores privados de deuda periférica. La exposición de estas entidades a Grecia e Irlanda es de 52.200 millones de dólares (unos 38.780 millones de euros), según los datos publicados por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) hasta julio de 2010. Además, en deuda española tienen 81.100 millones de dólares (unos 59.540 millones de euros).