Uno de los consejeros alemens del BCE, Jurgen Stark, ha lanzado una advertencia esta mañana a sus compañeros dentro de la institución monetaria que preside Jean-Claude Trichet: si los tipos de interés siguen bajos demasiado tiempo, estará en peligro la sostenibilidad del crecimiento económico europeo porque se demorarán los ajustes necesarios tanto en los bancos como en los sistemas productivos.
En un acto celebrado en Bonn, Stark advirtió que una política del BCE como la que se ha seguido hasta ahora durante la crisis, basada en los préstamos sin límite y otras medidas de apoyo no convencionales, deberá ser erradicada en cuanto la coyuntura de los mercados lo permita.
Además, el consejero del BCE hizo mención durante su discurso a las potencias emergentes, de las que dijo están cambiando el modo en el que la inflación afecta a los países desarrollados, lo que supone un «serio problema».
Y aunque quiso restar importancia a la guerra de divisas que algunos señalan desde el pasado otoño, Stark tuvo que reconocer que «las economías emergentes están adquiriendo cada vez más confianza».
Las palabras de Stark se ven avaladas por el dato de la inflación, que ha superado las previsiones de “cerca pero por debajo del 2%” establecidas por el BCE. La cifra se encuentra actualmente en el 2,2%.