Merkel se enfrenta a la industria alemana y aprueba el impuesto a las plantas nucleares

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Merkel se enfrenta a la industria alemana y aprueba el impuesto a las plantas nucleares

El consejo de ministros de la canciller alemana, Angela Merkel, ha dado el visto bueno al impuesto que se pretende imponer a los operadores de las plantas de energía nuclear en Alemania. Los ministros de la coalición alemana hacen así caso omiso al llamamiento que hizo la élite empresarial del país hace dos semanas, en el que se pedía facilidades para el sector energético, no tasas. Ahora, el impuesto queda pendiente de lo que decida el Parlamento germano.

La aprobación de este impuesto por parte del Consejo de Ministros se ha llevado a cabo junto con la de un plan de recorte de gastos que pretende ahorrar unos 80.000 millones de euros a las arcas del país durante los próximos cuatro años.

Algunos expertos han criticado que se tomen medidas de austeridad tras la evidente recuperación que ha experimentado el país, con un crecimiento del 2,2% del PIB el pasado trimestre. No obstante, el ministro de Economía, el liberal Rainer Bruederle, ha explicado que no hay mejor momento para aplicar medidas de austeridad que este. “¿Qué época puede ser mejor para desactivar unas medidas de crecimiento temporales que la actual, cuando la economía crece de forma robusta?”, preguntó, a través de un comunicado, el político.

En cualquier caso, con esta aprobación el Consejo de Ministros ha retado abiertamente a los grandes empresarios y banqueros alemanes, que hace unos días pidieron que se rechazase esta tasa y que, incluso, se ayudase al sector energético del país.

Fue la élite empresarial alemana, coordinada por el sector energético, la que inició el pasado 20 de agosto una campaña mediática de presión contra el Gobierno de Merkel, tal y como ya informó EL BOLETÍN. La estrategia pretendía lograr que se fomentara el uso de la energía nuclear y evitar las subidas de impuestos. Para los 40 principales líderes del sector financiero e industrial del país, la canciller se ha limitado hasta ahora a sanear el presupuesto público y sus políticas han dificultado la inversión privada.

“Este es un llamamiento para un concepto de energía firme para el futuro, una combinación energética amplia que también incluye la energía nuclear. La iniciativa exige coraje y realismo en el diseño de la futura política energética de Alemania, manteniendo una industria competitiva”, dijo a este periódico la portavoz del consorcio energético RWE poco antes del inicio de la campaña mediática, de la que fue uno de los principales protagonistas. La iniciativa alojó las firmas de, entre otros, el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, el del consorcio Bayer, Werner Wenning, el líder de Thyssen-Krupp, Ekkehard Schulz, y hasta el jefe de la Federación Alemana de Fútbol, Oliver Bierhof.

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