La banca estadounidense ya ha pagado 2.500 millones de libras (algo más de 2.900 millones de euros) al Reino Unido por el impuesto sobre los ‘bonus’ de los banqueros. El desembolso, casi el doble que el realizado por la propia gran banca británica, supone casi un 15% de los 17.000 millones de libras que el Gobierno de David Cameron pretende ahorrar en dos años con su plan de recorte del gasto público.
En diciembre del pasado año, el entonces ministro de Hacienda británico, Alistair Darling, anunciaba la creación de un nuevo impuesto del 50% sobre los bonus de los banqueros que superasen las 25.000 libras. Con esta medida, cobrada a cargo del empleador y vigente hasta mediados de abril, el Gobierno de Reino Unido esperaba poder recaudar 550 millones de libras, ya que se daba por hecho que las entidades reducirían los sueldos de sus directivos para evitar este desembolso. Sin embargo, la banca, especialmente la estadounidense, no ha modificado sus políticas retributivas con el consiguiente perjuicio de sus resultados trimestrales. De acuerdo con las cuentas trimestrales publicadas en los últimos días, sólo entre cuatro bancos (Bank of America, JP Morgan, Citigroup y Goldman Sachs) el Estado británico ha recaudado 2.000 millones de libras (2.358 millones de euros).
Goldman Sachs es la entidad que ha tenido que realizar el mayor desembolso, 600 millones de dólares (464 millones de euros), casi la misma cifra que los 613 millones obtenidos de beneficio. En segundo lugar se sitúa JP Morgan, con 550 millones de dólares (425 millones de euros), mientras que Citigroup se ha visto obligado a pagar 404 millones (312 en euros). Bank of America, que no ha desglosado la cifra, pagó 870 millones de dólares (673) en “gastos extra”. El desembolso realizado por la banca estadounidense es incluso mayor que el realizado por la británica.
Los cinco mayores bancos del Reino Unido (Barclays, HSBC Holdings, Lloyds Banking Group, Royal Bank of Scotland y Standard Chartered) han pagado 1.100 millones de libras (1.300 millones de euros) en concepto de este impuesto a los banqueros. En el resto de Europa, la tasa supondrá un coste de 225 millones de euros para el Deutsche Bank, según ha adelantado el primer banco alemán, aunque la cifra deberá confirmarse el próximo 27 de julio, cuando publique sus resultados. En Suiza, Crédit Suisse, que publicará sus cuentas trimestrales mañana mismo, ya ha estimado unos costes de 294 millones de euros, mientras que UBS, mayor banco del país, ha pagado 220 millones.
Ante este éxito recaudatorio, el nuevo ministro de Hacienda, George Osborne, ya ha avisado a los bancos de que estén alerta ante nuevos impuestos, que de nuevo podrían dirigirse hacia las remuneraciones consideradas excesivas. El Estado británico, embarcado en un proceso de recorte del gasto público de 17.000 millones de libras durante los próximos dos años, se vio obligado durante la crisis a seminacionalizar su banca, con un coste para los contribuyentes, sólo en las ayudas directas, de 76.000 millones de libras. Tras estas ayudas, RBS y Lloyds han quedado bajo el control del Estado.