La Autoridad Reguladora Financiera de Irlanda ha confirmado que la semana que viene se publicarán la estrategia para incrementar la regulación sobre los bancos del país, que en los últimos meses, y debido a un escaso seguimiento por parte de las autoridades, han vuelto a encarar una situación de riesgo que podría conllevar una quiebra del sector si se tiene en cuenta la actitud de los mercados internacional hacia los ‘países periféricos’, a los que Irlanda pertenece.
Según el portal financiero Dow Jones, los planes para una supervisión más aguda estarán diseñados para devolver la credibilidad del sistema bancario irlandés, que deberá ayudar al país en su recuperación económica y asumir un cambio en el modelo de operaciones que, hasta el día de hoy, practica.
El regulador ha anunciado que publicará un informe el próximo lunes detallando los pasos a seguir. En los planes del regulador se encuentran restringir los almacenes de liquidez de las entidades, la introducción de nuevos reglamentos sobre los pagos y el funcionamiento de las instituciones financieras y la imposición de medidas más severas para limitar la exposición que un banco podrá tener hacia terceras compañías.
El organismo irlandés también aprovechará -siempre según Dow Jones- para anunciar un nuevo sistema nacional para lidiar con las quiebras de los bancos que alcancen esta situación. Al parecer, tendrá una gran semejanza con el establecido en el Reino Unido, según fuentes cercanas al regulador.
Las filiales de los bancos extranjeros que operen en el país tampoco escaparán al ojo de las autoridades. Según el Centro de Servicios Financieros Internacionales de Dublín, hay 32 bancos foráneos que tienen presencia en Irlanda. Ellos también serán vigilados, según las fuentes. Esta decisión podría perjudicar el atractivo que el país mantiene actualmente para las entidades extranjeras.