Hace unos días se empezaron a filtrar las noticias que señalaban a España como la posible receptora de los componentes del Club Bilderberg; las personalidades más influyentes del hemisferio norte que, desde 1954, mantienen reuniones anuales supuestamente secretas en hoteles gran lujo para tratar la actualidad del globo.
No obstante, y a pesar de la insistencia de un buen amigo periodista, los portavoces de Moncloa se mantuvieron fieles a la tradición de este selecto Club y afirmaron en aquel momento desconocer absolutamente todo lo relacionado con él. También dijeron «no tener ni idea» de dónde iba a estar el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante los días 3 y 6 de junio a pesar de las informaciones que señalaban su presencia entre los invitados especiales al encuento. Para los portavoces del Gobierno, bien podría estar en Sitges -localidad donde este ‘Gobierno en la sombra’, como lo llaman algunos, se reunirá- como en el festival Rock in Río de Madrid.
Sin embargo hoy se ha descubierto el pastel: Zapatero no estará viendo actuar a Shakira en Madrid, la estrella que el festival musical tiene preparada para mañana. El mandatario estará en una de las reuniones secretas de ‘los Bilderberg’. ¿Las fuentes? Moncloa. O mejor dicho, la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, que ha reconocido hoy ante los medios de comunicación que Zapatero «recibirá a los miembros del Club como haría cualquier Jefe de Gobierno». Quizás lo hagan todos los Jefes de Gobierno, pero desde luego no es una información que se haga pública. Spain is different. Y tal.
De perdidos al río, han debido de pensar en Moncloa, que ante las llamadas recibidas tras las declaraciones de la vicepresidenta primera ya han confirmado que Zapatero no sólo estará «recibiendo» a ‘los Bilderberg’. También acudirá a las «reuniones exentas de prensa». O lo que es lo mismo, a las reuniones secretas que tanto misterio despiertan desde hace décadas. Esta es una actitud que choca con la mantenida hace unas semanas e incluso con la del propio Club, cuyos invitados no tienden a confirmar ni desmentir su presencia, salvo en raras excepciones.
En cualquier caso las palabras de De la Vega han encontrado cierta complicidad en las declaraciones que ha hecho en Barcelona -a tan sólo 20 kilómetros de Sitges- el magnate Bill Gates, que ha atacado al Gobierno por sus recortes. Otro gesto curioso fue el de Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank, que ayer visitó a Zapatero en la Moncloa. Según El País, la reunión se realizó por petición del presidente y no del banquero. Sin embargo, en Moncloa sí que han decidido guardar silencio sobre este asunto. Sospechoso cuanto menos, si se tiene en cuenta que, según el rotativo español, en el encuentro se habló de deuda, y el Deutsche Bank publicó informes en enero atacando la deuda española, un discurso que por aquel entonces suscribían los ‘hedge funds’ londinenses.
El presidente de la entidad alemana ya ha visitado España con anterioridad, pero nunca se ha reunido con Zapatero. Lo hizo con los grandes banqueros españoles, como Botín, y con el rey Don Juan Carlos. Casualidades de la vida, la reina Doña Sofía es una de las escasas personalidades que ha reconocido pertenecer al Club.
Además de los nombres de Ackermann y Gates, los medios de comunicación también han apuntado como posibles asistentes a Paul Volcker, César Alierta o Juan Luís Cebrián. Todo ello sin contar, claro, con la confirmación de Zapatero. No se sabe si serán cosas de España o del propio Club, pero el asunto este año ha perdido, indudablemente, parte de su romanticismo clandestino.
