General Motors salva a Opel presionada por la necesidad de nuevos avances tecnológicos

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General Motors salva a Opel presionada por la necesidad de nuevos avances tecnológicos

La tecnología que Opel, filial de General Motors (GM), aporta al conjunto de la marca, sumado al hecho de ser la imagen de ésta en Europa, convierten a la alemana en una pieza imprescindible para la multinacional. GM invertirá finalmente 1.900 millones de euros en reestructurar Opel.

La presión ha podido finalmente con el presidente de la multinacional estadounidense, Ed Whiteacre, que ve en Opel una fuente de quebraderos de cabeza, al ser esta filial tan `impertinente´ como necesaria para la buena marcha de GM tras un 2009 nefasto para el sector.

El incremento que ha decidido realizar Whiteacre para apoyar el plan de reestructuración de la alemana se debe, según los expertos del sector, al potencial tecnológico que encierra Opel, el cual impregna de calidad y garantía al conjunto de la multinacional. “Opel representa la cara de General Motors en Europa, y por lo tanto no puede prescindir de él.

Además, la alemana también aporta una tecnología que posteriormente adopta toda la marca”, aseguró David Shepardson, columnista del rotativo Detroit News y experto en la industria del motor, a EL BOLETÍN. En otras palabras, que en un momento en el que la creación de nuevos modelos es una de las ventajas más preciadas de las automovilísticas, GM necesita a Opel. Además, la filial mantiene abierto el mercado europeo al gigante de Detroit. Estos motivos también fueron cruciales hace unos meses para replantearse la venta de la alemana por parte de GM, que finalmente no tuvo lugar.

El aumento de fondos para el plan de reestructuración de Opel ha sido acogido con esperanza en España, en donde hay 900 puestos de trabajo pendientes de esta operación. Tras el anuncio del aumento de la ayuda por parte de GM, José Juan Arceiz, presidente del comité de empresa de General Motors, confirmó a este periódico que ahora “se va a tener que recurrir menos a los fondos públicos”, y ha calificado la decisión de “necesaria” para que los países ayuden a la reestructuración. El ministro de Industria español, Miguel Sebastián, afirmó la semana pasada que la automovilística no había solicitado apoyo financiero hasta el momento.

La ayuda económica que GM iba a otorgar a la reestructuración de su filial era, en un principio, de 600 millones de euros. No obstante, el total que requiere el plan es de 3.300 millones de euros, así que los directivos de GM han decidido aumentar su ayuda hasta los 1.900 millones de euros (unos 2.570 millones de dólares), dado que los países europeos que albergan fábricas de Opel -como el caso de España- y que en teoría pagarían el resto del coste, se negaron a aportar más de 2.000 millones de euros, además de exigir otros 415 millones adicionales para compensar el impacto potencial de desarrollos adversos en el mercado.

Así pues, el gasto total de la reestructuración asciende a unos 3.700 millones de euros. A pesar de la crisis que ha atravesado el sector automotriz en 2009, finalmente GM ha cedido en el pulso que mantenía con los Estados europeos que exigían un mayor compromiso por su parte para poder involucrarse también en la ayuda.

El presidente y consejero delegado de Opel, Nick Reilly, anunció esta decisión por parte de GM durante el Salón Internacional del Automóvil que se celebra estos días en Ginebra. Reilly precisó que la aportación del gigante de Detroit consistirá tanto en inyecciones de liquidez como en préstamos.

GM tiene un total de 48.000 empleados en Europa, el 50% de ellos en Alemania, que ha sido el país que más exigencias ha puesto para otorgar ayudas a la reestructuración de Opel. La automovilística tiene pensado recortar 8.350 puestos de trabajo en el Viejo Continente.

Las acciones de General Motors aún deben recorrer mucho camino para volver a cotizar en la Bolsa. Actualmente lo que existe son acciones que cotizan en mercados OTC bajo el nombre de Motors Liquidation Company. Para volver a la Bolsa, estas acciones deben superar el umbral del dólar y escalar a partir de ese momento. Sin embargo, esta situación queda lejos, ya que ni siquiera la crisis de Toyota ha logrado que los papeles alcancen ese mínimo.

El grupo automovilístico llamará a revisión a 1,3 millones de coches en EEUU y Canadá para corregir potenciales problemas en la dirección, relacionados con 14 accidentes en los que hubo un herido, según informó la compañía. El pasado 27 de enero, los responsables de seguridad de la Administración estadounidense decidieron abrir una investigación sobre 905.000 unidades del modelo Chevrolet Cobalt tras recibir 1.100 quejas por problemas en la dirección. Esta campaña afecta a los Chevrolet Cobalt producidos entre los años 2005 y 2010 y a los Pontiac G5 de entre 2007 y 2010 comercializados en EEUU. Además, la campaña incluye los Chevrolet Pursuit vendidos en Canadá en 2005 y 2006, así como los Pontiac G5 matriculados en 2005 y 2006 en México.

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