Las tensiones entre Grecia y Alemania se han incrementado en los últimos días. Ese motivo ha podido influir, por tanto, en la organización de una visita que la semana que viene hará el primer ministro griego, George Papandreou, a su homóloga germana, Angela Merkel, en Berlín.
El encuentro, que se celebrará el próximo viernes, tendrá como principal asunto a tratar los “eventos actuales” que relacionan a ambos países. Estos eventos se reducen principalmente a una ayuda financiera que Grecia necesita y que Alemania se resiste a otorgar.
Si bien el Gobierno heleno no ha pedido ayuda de forma oficial, las circunstancias evidencian su necesidad. Una huelga general el pasado miércoles que paralizó el país, una emisión de bonos que el Ejecutivo griego se ha visto obligado a retrasar hasta la semana que viene y la advertencia de agencias de rating de la talla de S&P y Moody´s sobre la deuda soberana del país son los ejemplos más notables de esta necesidad. La presión también viene de la Unión Europa (UE), que no permite a sus miembros superar un déficit público del 3%, y el griego alcanza el 12,7%.
Por su parte, el bono griego a 10 años, principal referente de la deuda soberana de un país, tiene una rentabilidad actual del 6,6%. La rentabilidad del `bund´ alemán es del 3%, mientras que la del bono español es del 3,9%.
Todos estos factores han ayudado a crispar la diplomacia del propio Papandreou, que hoy en Atenas ha recordado a Alemania que aún no ha cumplido con el compromiso adquirido tras la II Guerra Mundial, cuando el país germano invadió y ocupó Grecia. “Nosotros cumpliremos con nuestros compromisos como país, pero pedimos que nuestros socios comunitarios también cumplan con los suyos”, ha afirmado Papandreou, aunque posteriormente ha puntualizado que “no pretende” utilizar la situación para exigir unas reparaciones de guerra que, según Grecia, nunca llegaron. “Ahora los dos somos miembros de la UE, y tenemos unos objetivos comunes”, ha comentado.
Alemania, el país que tendrá que otorgar la ayuda financiera según los expertos consultados por EL BOLETÍN, se resiste a adoptar un plan detallado. La indecisión alemana tiene su origen en la división que el Gobierno que preside Merkel experimenta. Si bien el país se ha mostrado, oficialmente, favorable a apoyar las finanzas griegas, esta semana un legislador de la Unión Social Cristiana (USC) tachó esta intención de “ilegal”. Marc Von Rohr, fundador del fondo de riesgo New Trend Capital Management, afincado en Zurich, afirmó a este periódico que “Alemania se enfrenta a un grave problema, ya que la sociedad germana no ve con buenos ojos ayudar a Grecia”.
Según Von Rohr, ayudar a Grecia «sentará un mal precedente». Esta es la principal preocupación de Grecia, que su situación, lejos de fomentar la solidaridad, encuentra posturas que recomiendan desentenderse de su situación por el bien de la UE.
La confrontación que tiene lugar entre Grecia y Alemania ha llegado a las publicaciones especializadas, que se han dedicado sus respectivas portadas.
De esta forma, la batalla política se trasladó ayer al ruedo mediático. La revista germana Focus ilustró su edición de ayer con una fotografía trucada de la estatua de la Venus de Milo con el dedo corazón hacia arriba, en un claro gesto insultante. El texto que acompaña esta imagen expone la opinión que existe en Alemania sobre la ayuda financiera: “Los griegos nos van a sacar el dinero. Y ¿qué pasa con España, Portugal e Italia?”, reza le texto.
La respuesta no se ha hecho esperar demasiado. Uno de los más prestigiosos diarios del país, Eleftheros Typos, publica otro montaje del Ángel de la Columna de la Victoria de Berlín empuñando una esvástica, en un claro alegato a las reparaciones de guerra que Alemania tendría que haber otorgado a Grecia y que aún no ha hecho. Además, en el país heleno se recuerda la investigación abierta por el Parlamento heleno a la compañía alemana Siemens, que está siendo investigada actualmente por presuntos sobornos en la adjudicación de obras públicas durante los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
La tensión entre ambas naciones, que se incrementa día a día, tiene lugar pocos días antes del encuentro que mantendrán George Papandreou y Angela Merkel en Berlín la semana que viene. Ambos dirigentes se reunirán para tratar los asuntos financieros de Grecia, el motivo de esta polémica.