El presidente de EEUU, Barack Obama, destinará un presupuesto de 3,8 billones de dólares en un intento por acabar con las profundas dificultades económicas del país. La cifra, que representa un incremento del 3%, contempla un gasto adicional de 100.000 millones de dólares cuyo objetivo será paliar el desempleo.
El mandatario ya dijo la semana pasada ante el Congreso, en su discurso sobre el estado de la Unión, que la creación de empleo será la prioridad de su segundo año de mandato. Además, el plan cuenta con otros 30.000 millones del fondo de estabilidad financiera para incentivos fiscales a las pymes que firmen nuevos contratos. Otras áreas que se benefician son educación, investigación y desarrollo y seguridad aérea.
Las clases altas pierden en estos presupuestos para el año fiscal 2011 que comienza el 11 de octubre. También los bancos, la lucha contra el calentamiento global y la agencia espacial estadounidense, NASA.
En concreto, Obama ha decidido poner fin a la baja de impuestos que George Bush aplicó a las rentas superiores a los 250.000 dólares.
Con esto, el Estado espera captar unos 678.000 millones de dólares, que alcanzarán los 800.000 millones si se suma la nueva tasa que gravará a los bancos (90.000 millones) y la eliminación de las reducciones fiscales a la industria del carbón y el petróleo (otros 40.000 millones más).
Además, el presidente estadounidense anunció que suspenderá la financiación de los planes de su antecesor George W. Bush de enviar una nueva misión a la Luna. En este sentido, no se destinan fondos para la continuación del programa Constellation de la NASA, que trabaja en el desarrollo de cohetes del tipo Ares con el objetivo de volver a realizar viajes a la Luna en un plazo hasta 2020.
El Congreso debe aprobar este presupuesto para el año fiscal que comienza el 1 de octubre, por lo que Obama ha urgido a los legisladores a que apoyen su propuesta. “No podemos continuar gastando como si el déficit no importara”, ha afirmado Obama, que ha dicho que el país está ahora 12 billones más endeudado que a comienzos de la década, en gran parte por la recesión y los recortes impositivos a los ricos aprobados por el ex presidente Bush.
La Casa Blanca tendrá que ver cómo este año se supera una vez más el déficit y se alcanza la cifra récord de 1,56 billones de dólares en 2010, el 10,6% del PIB estadounidense, un registro inédito desde la II Guerra Mundial. El objetivo del presidente estadounidense es reducir el déficit a 1,27 millones de dólares para el 2011, un 8,3% del PIB.