Los ‘hombres de negro’ pisarán suelo griego esta semana para revisar las reformas de Tsipras

Grecia

Los ‘hombres de negro’ pisarán suelo griego esta semana para revisar las reformas de Tsipras

Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia

El Gobierno griego quiere acelerar la revisión para abrir el debate sobre la reestructuración de la deuda. El tiempo corre a contrarreloj para la Troika, pero sobre todo para las autoridades europeas. La amenaza terrorista, la crisis de los refugiados y el ‘Brexit’ ya han irrumpido en la escena del Viejo Continente. Pero aún existe un conflicto que está presente en el horizonte: la revisión de las reformas que presentó Alexis Tsipras en el marco del tercer rescate griego. Los acreedores se han marcado la misión de acelerar el proceso y para ello mandarán esta semana a los ‘hombres de negro’ a Atenas para negociar esas medidas con el Gobierno heleno.

Las últimas diferencias entre la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para marcar las exigencias que trasladar al primer ministro griego han ido retrasando la revisión, que ya lleva más de un mes de demora. Algo que inquieta al Ejecutivo de Tsipras que ve como fundamental acabar con la fase de estudio para aprobar las políticas y así pasar al siguiente paso vital para la economía griega: la reestructuración de la deuda.

En cuanto a lo que buscarán los funcionarios de la Troika en Atenas, el punto de desencuentro tendrá que ver con una brecha fiscal estimada de un 1% del PIB griego, según el medio Ekathimerini. Aun así, la reforma que sobrevuela las negociaciones es la de las pensiones. Una medida que ha provocado un tira y afloja de varios meses entre los acreedores y el Gobierno de Syriza.

El principal objetivo marcado por el primer ministro griego en esta etapa de la negociación es el minimizar al máximo los recortes a los pensionistas. De ahí que ha planteado a la Troika la posibilidad de subirle la carga impositiva a las rentas superiores a 30.000 euros anuales.

Una cuestión que no ha sentando muy bien en las filas de los acreedores, tal y como informó El Economista: sus planes pasan por exigir un aumento de los impuestos a aquellos ciudadanos que declaran de 7.000 a 9.500 euros, así como que a los pensionistas que cobran 600 euros.

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