Una curiosa encuesta revela estas enormes cifras de desaprobación mientras se recrudecen los ataques en torno a la figura del neoyorquino Pese a que cada vez está más cerca de asegurarse la nominación como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, o quizá precisamente por ello, la impopularidad de Donald Trump entre sus potenciales electores no para de crecer. Según una encuesta realizada por WalletHub/Survey Monkey más de la mitad de los estadounidenses, un 54%, desearían dar un tortazo al neoyorquino.
Quizá podría servir como consuelo para el multimillonario que la segunda figura en dicha lista, es la de quien parece destinada a ser su rival entre los demócratas, Hillary Clinton. Pero la distancia entre el uno y la otra es descomunal. Así, la exsecretaria de Estado obtiene tan ‘sólo’ un 14% en esta curiosa clasificación.
Todo ello en un momento en el que proliferan las manifestaciones contra Trump entre diversas personalidades. Así, la popular senadora demócrata, Elizabeth Warren, ha declarado en las redes sociales que Trump no es más que un «perdedor». Un término que el neoyorquino ha usado profusamente para descalificar a sus rivales, definiéndose así a sí mismo, por oposición, como «un ganador».
Many of history’s worst authoritarians started out as losers – and @realDonaldTrump is a serious threat.
— Elizabeth Warren (@elizabethforma) March 21, 2016
Según la senadora demócrata por Massachusettes, «los ataques a las mujeres, el racismo barato o el flagrante narcisismo» del multimillonario serían bravuconadas bajo las que Trump oculta sus inseguridades. No obstante, Warren también ha lanzado una advertencia al señalar que el hecho de que el neoyorquino sea un perdedor, no evita que sea una amenaza para su país y tampoco implica necesariamente que vaya a perder las elecciones.
Una figura la de Warren que puede ser decisiva a la hora de definir el destino de la próxima contienda electoral ya que como figura señera de la oposición a Wall Street, la senadora por Massachusettes podría contribuir a que el voto de desafección con el sistema no vaya necesariamente a Trump.
Estos comentarios, además, son parte de una tendencia por la cual los líderes demócratas están incrementando sus ataques contra Trump. E incluso animando a los líderes republicanos a la ofensiva contra un candidato al que parece que, por fin, se empieza a tomar en serio como amenaza.
Quizá por ello, con visible incomodidad, el que fue gobernador de California por los republicanos, el actor Arnold Schwarzenegger, quien ha manifestado su apoyo en las primarias del partido del elefante a la candidatura del gobernador de Ohio, John Kasich, ha abandonado una entrevista al ser preguntado por Trump.
Del mismo modo que el también actor, George Clooney, ha criticado públicamente a Trump al señalar que «si se escuchan a las voces más elevadas de ahí afuera, pensaríamos que estamos en un país que odia a los mexicanos, a los musulmanes y que piensa que cometer crímenes de guerra es la mejor forma de hacer que América sea grande de nuevo». Una clara referencia al eslogan de campaña del multimillonario y a algunas de sus incendiarias proclamas racistas o en favor del «waterboarding y métodos mucho peores».
Por el contrario, según la opinión manifestada por Clooney, «la verdad es que lo único que evitaría que América fuese grande sería empoderar a ese tipo de voces». El actor también ha manifestados su respaldo a Clinton al señalar que conforme la carrera presidencial se defina, quedará claro que ella es la única candidata con la madurez suficiente.
Un panorama de ofensivas al que Donald Trump intenta hacer frente con una reunión que ha mantenido en el día de hoy en Washington D.C., con parte del aparato republicano en un intento de aparecer más presidencial conforme se acerca la fecha de la proclamación del candidato. Sin embargo, ningún miembro del senado ni de la cámara de representantes ha asistido al encuentro.