«En algún momento llega el punto en que las culpas derivan en una crisis de confianza», opinó en una entrevista a dpa el titular de las finanzas germanas. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, llamó el miércoles a sus colegas del Grupo de los Veinte Países Industrializados y Emergentes (G20) a no cambiar el rumbo ni a culparse mutuamente por las turbulencias que atraviesan los mercados.
«En algún momento llega el punto en que las culpas derivan en una crisis de confianza», opinó en una entrevista a dpa el titular de las finanzas germanas, en la antesala de un encuentro de ministros y de titulares de bancos centrales del G20 que se celebrará en la metrópoli china de Shanghai el viernes y sábado próximos.
«Y ahí lo único que ayuda es reafirmar lo que acordamos y llevarlo finalmente a la práctica», destacó.
Schäuble reaccionó así a las demandas que se alzaron en el seno del G20 para que se pongan en marcha más programas de estímulo coyuntural y más medidas de expansión monetaria.
«Sabemos que la situación no es fácil. Por eso no debiéramos crear más inseguridad, sino mantener el rumbo emprendido».
Schäuble admitió que la situación en este momento es de alto riesgo. «Tenemos una cantidad de conflictos muy dispares. Los riesgos geopolíticos son enormes: el Cercano y el Medio Oriente, el norte de África y la zona subsahariana. A ello se suma la situación en Sudámerica como la de Brasil o la guerra contra el narcotráfico en México», enumeró.
«Tampoco está solucionada la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea. La UE no está en la mejor forma, para decirlo de forma diplomática. Todos esos son riesgos».
Sin embargo, Schäuble dijo que no cree que haya que temer el estallido de nuevas crisis globales financieras o económicas aún cuando los mercados financieros tienen problemas y los pronósticos de crecimiento fueron revisados a la baja. «No veo ningún indicio a pesar de todas las irritaciones de las últimas semanas».
La «buena comunicación» será esencial en Shanghai, dijo Schäuble. «Esto implica también que no nos echemos mutuamente la culpa, pero ya se ven los primeros indicios de eso. No nos ayuda en absoluto. Tenemos que dejar por fin de responsabilizarnos los unos a los otros antes de estos encuentros para desviar la atención de los propios problemas».
El orden del día de las conversaciones de Shanghai es largo. Un lugar preponderante asumirán las últimas turbulencias en las Bolsas, los problemas coyunturales de China y Japón, la caída de los precios del petróleo y los conflictos políticos. La política monetaria expansiva podría ser motivo de disputas.
Por otra parte, el ministro germano se manifestó crítico con la actuación de la Reserva Federal estadounidense. La Fed anunció en diciembre un primer paso para poner fin a los estímulos, pero últimamente dio a entender que se tomaría más tiempo para seguir elevando las tasas de interés.
En este contexto, Schäuble dijo no comprender «que cuatro semana más tarde se escuchen señales contrarias» y demandó claridad. «En Shanghai urgiré a los presidentes de los bancos a que brinden más estabilidad y fiabilidad a través de la comunicación». Asimismo llamó a no «abusar de las cotizaciones monetarias como instrumento de fomento al crecimiento».
Schäuble fustigó a quienes cuestionan en Europa las reglas del rescate de los bancos (bail in) por parte de los accionistas y acreedores. «Me enoja sobremanera que no han pasado un par de días de la entrada en vigor de las reglas del ‘bail in’ que ya se les echa la culpa».