El desplome del crudo pone en jaque también a Malasia

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El desplome del crudo pone en jaque también a Malasia

Extracción e petróleo

La petrolera pública estatal Petronas ha anunciado un recorte en gasto e inversión por más de 10.400 millones de euros en los próximos cuatro años. El listado de países cuyas finanzas penden de un hilo a consecuencia del profundo descalabro del petróleo va en aumento. Malasia, la segunda mayor potencia del Sureste Asiático, su suma al creciente elenco de naciones que se apresuran a revisar unos presupuestos inasumibles con un barril de crudo ya por debajo de los 30 dólares.

La urgente revisión de los presupuestos estatales tendrá lugar tan pronto como la semana que viene, según ha anunciado ya el primer ministro malasio, Najib Razak. La previsión de ingresos de la nación asiática estaba fundamentada en un barril de crudo de tipo Brent cotizando en el entorno de los 48 dólares por barril. El sonoro retroceso que el ‘oro negro’ acumula ya desde esta cota fuerza un imperioso recorte en el plan de inversiones y gastos del país.

Es la fuerte dependencia económica de Malasia del precio del petróleo lo que ha colocado a su Gobierno en la misma tesitura que hace semanas o meses se vieron obligados a afrontar los de Venezuela, Nigeria, Libia, Baréin y la propia Arabia Saudí. En este sentido, la petrolera pública estatal Petronas es el origen de un tercio del presupuesto anual del país.

La compañía, que llegó a ser la más rentable de toda Asia antes del estallido de la crisis económica global, sigue siendo una pieza clave en la estabilidad de las arcas públicas malasias, aún después de los esfuerzos del Gobierno en diversificar sus fuentes de ingresos con el establecimiento de nuevos impuestos y la supresión de algunos subsidios al consumo privado de petróleo y refinados.

Ante la cabalgante depreciación del crudo, Petronas ha anunciado ya su propio plan de ajuste. En total, se suspenderán inversiones y gastos previstos para los próximos cuatro años por 50.000 millones de ringgit, algo más de 10.400 millones de euros al cambio desde la divisa local.

Aunque no se han detallado los pormenores de estos recortes, notificados mediante un memorando sencillo remitido a los trabajadores de la compañía estatal, se prevé el abandono -al menos temporal- de varios de sus proyectos de desarrollo a futuro. Los analistas señalan que su rentabilidad prevista podría haber quedado seriamente mermada por el desplome de la materia prima de la segunda mayor productora petrolera del emergente Sureste Asiático.

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