Las grandes petroleras internacionales han acudido en masa a las subastas de diez campos petroleros en Iraq, aunque el sector da por descontado que será Royal Dutch Shell la gran ganadora. Hasta 44 grupos han presentado ofertas, entre ellos también la española Repsol. De hecho la compañía de hidrocarburos angloholandesa ya se ha hecho con la concesión del campo de Maynun, al sur del país, considerado el mayor de Oriente Medio, con unas reservas que se calculan en 12.600 millones de barriles.
La compañía, en consorcio con la malaya Petronas, ofreció una oferta de 1,39 dólares por barril y un objetivo de producción de 1,8 millones de barriles al día. “Estas condiciones son muy duras”, aseguran fuentes del sector a EL BOLETÍN, que también explican que pese a que las compañías internacionales han acudido en masa, muchas de ellas lo han hecho por “quedar bien” ante el Gobierno de EEUU y para que su imagen no se vea perjudicada en el plano internacional. La inestabilidad sigue reinando en el país, a pesar de que EEUU ya prepara la marcha de las tropas militares. Por ello, el primer ministro de Iraq, Nuri al Maliki, ha prometido que las petroleras y sus inversiones gozarán de inmunidad ante cualquier fluctuación política. También subrayó que el desarrollo de este sector en el país árabe ayudará a estabilizar el mercado mundial de crudo.
Entre las 44 compañías que han presentado ofertas figuran gigantes como la estadounidense Chevron y la francesa Total, pero también hay otros grupos más pequeños, que no disponen de los recursos necesarios para explotar estos enormes yacimientos.
De hecho, el Gobierno iraquí estima que las reservas del país árabe ascienden a unos 115.000 millones de barriles, lo que representa el 9,3% de las reservas mundiales. El país planea triplicar la producción de crudo en los próximos seis años desde los 2,5 millones de barriles diarios actuales.
Esta subasta es clave para que Iraq pueda resucitar su industria petrolera, maltratada durante años por las guerras y las sanciones. Para las compañías la concesión de estas licencias señala la última etapa de su regreso a un país del que fueron excluidas desde 1972, cuando el antiguo régimen del ex partido en el poder Bazz nacionalizó la industria petrolera.
Las subastas que se realizaran hoy y mañana pertenecen a la segunda ronda de adjudicaciones a empresas extranjeras. La primera tuvo lugar a mediados de este año. En esta ocasión sólo se adjudicó un contrato a un consorcio formado por la británica BP y la estatal China National Petroleum para ampliar la producción del campo petrolífero de Rumalia. A la primera ronda también se presentó Repsol YPF, sin resultados positivos.