La probabilidad de convocar elecciones anticipadas se va afianzando ante la difícil situación por la que atraviesa el país griego. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, ha criticado la propuesta de Bruselas y ha dejado clara su postura; “el Gobierno griego no puede aceptar propuestas absurdas de los acreedores”. Defiende que lo que busca es una “solución integral” y se apoya en que las medidas presentadas por su partido han sido las más realistas hasta ahora.
Su mensaje en el Parlamento griego es importante para transmitir cierto grado de responsabilidad para con los ciudadanos griegos y resulta clave por no poder llegar a un acuerdo debido a la “considerable distancia” que hay entre las propuestas de los acreedores y las clasifica de exigencias “inaceptables”.
El debate está causado por la solicitud de elevar el IVA de la factura de la luz hasta el 23%, además de las propuestas de nuevos recortes en las pensiones y la eliminación de las jubilaciones adelantadas, opción que sería factible a partir del próximo mes de septiembre. A todo esto se suma un impuesto inmobiliario que ha sido bastante polémico.
Ante esta situación, uno de los factores que más preocupa actualmente es el mercado laboral y su posible reforma, sobre todo con los despidos colectivos, que aparece perjudicado por las anteriores modificaciones del gobierno de la troika, del conservador Andonis Samarás, ahora líder de la oposición.
Todas estas posturas aparecen en un contexto en el que la situación de Grecia resulta alarmante ya que en el pasado segundo rescate europeo, no ha obtenido ninguna ayuda, hace cerca de un año. La posibilidad de elecciones está muy presente y se baraja la posible fecha; 28 de junio, sólo dos días antes de que finalice el plazo para pagar la deuda de 1.600 millones que tiene contraída con el Fondo Monetario Internacional.