Las expectativas de los analistas no se han cumplido hoy, o al menos no del todo. El BCE en su reunión de política monetaria ha mantenido los tipos de referencia en el 1% y ha anunciado una extensión de los programas de recompra de deuda bancaria con los que provee de liquidez a los bancos de la eurozona y que se situarán ahora por encima de los 60.000 millones de euros que se presupuestaron inicialmente.
Sin embargo, Jean Claude Trichet no ha querido desilusionar por completo a la afición y ha aprovechado la rueda de prensa posterior a la reunión para hacer algunas precisiones en línea con lo esperado por todos.
Trichet considera que los tipos de interés se encuentran en una cifra “apropiada” y pronosticó que la mejoría de la actividad económica en la segunda mitad del año podría permitir a la eurozona retornar a tasas positivas de crecimiento antes de final de año, mientras apuntó que ante la mejora de las condiciones en el sector financiero algunas medidas convencionales podrían dejar de ser necesarias en la misma medida.
El presidente del BCE señaló que “ante la mejora de las condiciones en los mercados financieros, no todas nuestras medidas de liquidez serán necesarias en la misma medida que el pasado”. Además, Trichet en referencia a las subastas de liquidez a un año, puntualizó que “no cree que el mercado espere que se prorroguen” ya que la institución siempre ha dejado claro que “este soporte no es eterno”, aunque reiteró que la decisión al respecto será tomada en la reunión del mes de diciembre. Además el máximo responsable de política monetaria de la eurozona volvió a utilizar el término “apropiado” al referirse al precio del dinero en la zona euro, lo que apunta a que la institución emisora no se plantea modificar su actual política monetaria, en consonancia con lo decidido por el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EEUU, y en contraste con la decisión de su homólogo australiano, que el pasado martes elevó los tipos por segunda vez.
Además Trichet aprovechó la rueda de prensa enviar un mensaje al Gobierno alemán que ha anunciado un agresivo plan de recorte de impuestos. Aunque el presidente del BCE no ha querido hacer una mención específica sobre esta rebaja si ha recordado que “los recortes de impuestos deberían ser considerados a medio plazo, cuando los países tengan un poco más de maniobra”. Y se suma de esta manera a las críticas que ya ha recibido el Gobierno Merkel tanto del Bundesbank como de los propios empresarios alemanes.
Tras la rueda de prensa algunos analistas explicaron, según fuentes del Dow Jones, que el Banco Central Europeo comenzará su estrategia de salida con una medida que consistirá en no ampliar los préstamos de doce meses en la próxima reunión de diciembre.” El BCE prepara una salida tranquila por la puerta de atrás”.