El duro impacto que la actual crisis económica ha tenido en el sector agrícola francés puede convertirse en un problema inesperado para los planes de Bruselas sobre la financiación de la Política Agraria Común (PAC). La posibilidad de que el Gobierno de Sarkozy se disponga a aumentar unilateralmente las ayudas a los productores puede dinamitar los planes de la Comisión que, según algunos expertos, está a punto de anunciar un recorte sustancial en el presupuesto comunitario destinado a este sector.
El recorte, en cualquier caso, no se aplicaría antes de 2013, pero la situación se complica por culpa de la posibilidad de que las posibles subvenciones a los productores franceses puedan incentivar ventajas competitivas para el campo galo que ya es el principal beneficiario de los fondos previsto por la PAC, que suponen un 50% del presupuesto comunitario.
Campaña electoral. Pero, parte del futuro político de Sarkozy está en juego. Dentro de cinco meses, su partido se enfrenta a unas elecciones locales que pueden ser más duras de lo inicialmente esperado, precisamente por culpa de la persistencia de la crisis económica. Por eso, la posibilidad de aumentar las ayudas al campo ha tomado cuerpo.
Las ayudas podrían sumar más de 1.650 millones de euros, según algunas fuentes citadas por la prensa francesa. Con ellas, Sarkozy quiere compensar la caída de los ingresos experimentada por estos productores que, según los datos oficiales, supondrá un recorte del 10%. Los productores se ven perjudicados por un severo descenso de los precios que se ha acentuado desde el pasado mes de septiembre hasta suponer una rebaja media del 20%. El dato contrasta con la subida del 1% en los costes que abona el consumidor final.
