«Detendremos la nueva financiación para las llamadas empresas puramente petroleras y de gas que continúan desarrollando nuevos yacimientos de petróleo y gas», señala el comunicado.
De este modo, ING pretende ayudar a sus clientes en la transición hacia una economía baja en carbono.
La nota indica que el banco tampoco proporcionará financiación para nuevas plantas regasificadoras de gas natural licuado después de 2025.
El objetivo final del banco es dejar de invertir en las empresas que bombean petróleo y gas a partir de 2040, agrega el texto.
Según el comunicado, la decisión, que entra en vigor de inmediato, no afecta las grandes empresas británicas de petróleo y gas como Shell y BP, que se dedican a actividades más allá de la producción de gas y petróleo.