El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González declaró la semana pasada ante el juez del ‘caso Lezo’ a petición propia. El sucesor de Esperanza Aguirre al frente del Ejecutivo madrileño quería dar su versión sobre las presuntas irregularidades en torno al Canal de Isabel II y acabó llorando.
González, al que le imputan un delito de cohecho, organización criminal y blanqueo de capitales, entre otros, no pudo contener las lágrimas. Según desvela vozpopuli.com, el que fuera mano derecha de Aguirre se puso a llorar ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 6, el magistrado Manuel García Castellón. No aguanta más estar encarcelado en la prisión de Soto del Real y anímicamente está hundido.
De ahí que solicitara al juez su puesta en libertad, ya que no se fugaría ni destruiría pruebas. Algo a lo que, por el momento, no ha accedido el instructor, que mantiene a González en prisión ante los fuertes indicios que pesan contra él.
Los presentes en el interrogatorio vieron al expresidente madrileño “visiblemente” desmejorado.