Pintan bastos para Mariano Rajoy en materia de economía. Si ayer se conocía que el déficit con el que terminó 2011 fue del 8,5%, lo que pone aún más difícil acabar este con el 4,4% que nos exige Bruselas, hoy los digitales airean nuevas dificultades.
Por ejemplo, elconfidencialdigital.com habla de un pulso entre el Gobierno y la banca. Cuenta que “El ministro De Guindos ha pedido auxilio a los grandes banqueros. Les ha solicitado que aumenten sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, cuyos recursos han descendido considerablemente tras las ayudas para el rescate de la CAM. Los banqueros se han opuesto rotundamente a poner más dinero y amenazan con parar las fusiones que está impulsando el Ejecutivo”.
Pero la cosa no queda aquí, ya que según diariocritico.com hay “preocupación en el Gobierno por la pérdida de poder en el Banco Central Europeo”. Señala el diario online que “después de constatar el escaso peso de España en Bruselas, tras la negativa a flexibilizar las condiciones de cumplimiento del déficit público, ahora toca negociar al máximo nivel la renovación de José Manuel González Páramo al frente del Banco Central Europeo (BCE), donde España mantiene un puesto por su condición de cuarta economía del euro.
Dice el digital que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha propuesto a Antonio Sáinz de Vicuña, el director del Servicio Jurídico del BCE, para sustituir a Páramo, ya que el actual representante español en el máximo órgano de gobierno del BCE, compuesto por seis personas, concluye su mandato el 31 de mayo, pero advierte que aunque el “Ejecutivo cuenta con el apoyo de Francia para seguir ocupando una de estas seis sillas, no está asegurada su permanencia”.
Y aclara que el problema que existe es que “los países más próximos a la ortodoxia de Alemania y a su prioridad de controlar la inflación -único mandato oficial del BCE- o mantener limitada la compra de bonos -lo que es perjudicial para los periféricos-, podrían acabar por imponer la entrada de algunos de los Estados que mantiene la AAA como Holanda, Luxemburgo o Finlandia, pese a que el tamaño de sus economías es inferior”.