La primera versión del sistema operativo de Microsoft se presentó hace tres décadas. Windows cumple 30 años. El 20 de noviembre de 1985 vio la luz por primera vez el sistema operativo que poco más tarde acabaría dominando los ordenadores de todo el mundo. Su primera versión, Windows 1.0 no permitía solapar ventanas y solamente tenía once aplicaciones disponibles, pero simplificaba la complejidad de los sistemas informáticos para llevar el PC a los hogares, comenzando una rivalidad con Macintosh.
Fue diseñado como un interfaz para MS-DOS que facilitaba el manejo gracias a las ventanas (de ahí el nombre) y los menús desplegables. Podía usarse con ratón y entre las herramientas disponibles destacaban el Paint, el Bloc de Notas o la Calculadora, que aún sobreviven. Solamente necesitaba 512 KB de memoria RAM.
Dos años más tarde llegaría el Windows 2.0, que ya introdujo la superposición de ventanas y el Panel de Control. Poco a poco, Microsoft fue lanzando nuevas versiones, entre las que destaca Windows 95, un punto de inflexión al libera definitivamente de MS-DO e introducir el Menú de Inicio. Windows 98 incluyó soporte para el conector USB y para el DVD y el XP apostó por reforzar la seguridad y unificar la rama de sistemas operativos profesionales con la doméstica.
Posteriormente llegaron los rediseños del Vista y el Windows 8, que no terminaron de gustar a los usuarios, y la última versión hasta la fecha es el Windows 10, que vuelve al Menú de Inicio que había desechado y propone un sistema operativo común para todo tipo de dispositivos: PCs, ‘smartphones’, tabletas y consolas.