Poco a poco se van conociendo algunos de los detalles del impuesto a las grandes fortunas en el que el Ejecutivo de coalición está ultimando. Hoy, en los pasillos del Congreso, la titular de Hacienda ha dejado claro que se trabaja en una “fórmula temporal”, al igual que en los gravámenes a las entidades financieras y a las grandes compañías energéticas.
“Las circunstancias dirán si es necesario o no prorrogarlo”, ha apuntado Montero, quien lo ha desvincularlo de los Presupuestos Generales del Estado. Según la ministra, “estará vinculado a la entrada en vigor el 1 de enero de todo lo que son las obligaciones fiscales”.
Asimismo, la titular de esta cartera ha insistido en que “en este momento es necesario pedir un mayor esfuerzo y, por tanto, a aquellos que tienen beneficios extraordinarios, mayores patrimonios o mayores rentas es necesario pedirles un mayor esfuerzo para proteger a la clase trabajadora, a la clase media y a la población más vulnerable”.
El acuerdo suscrito entre PSOE y Unidas Podemos para una “coalición progresista” ya recogía este asunto, aunque no entraba mucho al detalle. En concreto, se comprometían a que “se estudiará la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo”.