Como bien argumentara el historiador Manuel Moreno Fraginals (1920-2001) hay de por medio una historia en común.
Una veintena de empresarios privados cubanos por Madrid bajo los auspicios de la plataforma Conecta Iberoamérica en conversaciones con sus homólogos españoles. Y en el tope nació una empresa en el Parque Científico de Alicante, la EMSI FARMA, dedicada a la automatización de procesos de fabricación de medicamentos.
Casi al mismo tiempo de conocerse la noticia y sin mayor vínculo con el acontecimiento, un empresario español radicado en la isla se lleva a su tropa hispano cubana a uno de los cabarets más famosos de Cuba en todos los tiempos, el Parisién del Hotel Nacional de Cuba.
No me lo contaron. Fui testigo presencial junto a dos mujeres en mesa que hicieron y hacen historia en la cultura cubana: la actriz Miriam Socarrás y Delia Barroso, directora de la compañía Danzares, loable empeño en el rescate de adultos mayores que en su tiempo brillaron en el mundo del cabaret. De la primera, singulares anécdotas de aquella visita de Felipe González con Fidel Castro a Tropicana en 1986 con ella de presentadora del show.
Veamos si al final, la burocracia les tiende una mano porque en Cuba lo fácil se convierte en difícil. En ello, montar el espectáculo del Parisién con notable éxodo de bailarinas y, de igual modo, propiciar un buen negocio como dicen ciertos clichés, “beneficioso para ambas partes”.