«Cualquier cese de los combates y cómo funcionaría con fines humanitarios tendría que coordinarse con las Naciones Unidas, especialmente en la cuestión de los tiempos y la ubicación. Y obviamente, para que esto se haga de manera segura con fines humanitarios, tendría que acordarse con todas las partes en el conflicto para que sea verdaderamente efectivo», dijo Dujarric en una sesión informativa al responder a la posición de la ONU sobre el anuncio de la Casa Blanca de que Israel detendría los ataques durante cuatro horas al día como una «pausa humanitaria».
Los esfuerzos deben coordinarse con las Naciones Unidas a medida que entregamos asistencia humanitaria, añadió.
Más temprano, el coordinador de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Israel notificó a EEUU acerca de su intención de declarar una pausa humanitaria de cuatro horas a partir de este jueves en el norte de la Franja de Gaza.
El diario The Financial Times informó previamente, citando una fuente cercana al tema, que el director de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA), William Burns, el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Israel Mosad, David Barnea, y funcionarios de Catar debatían la posibilidad de pactar una pausa humanitaria de tres días en los combates en Gaza para liberar a los rehenes retenidos por Hamás.
El 7 de octubre el movimiento palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos y el 28 de octubre Netanyahu anunció que las tropas israelíes entraron en Gaza y procedieron a la segunda fase de la guerra para destruir la infraestructura de Hamás y recuperar a los rehenes.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan cientos de miles de civiles.
Numerosos países llamaron a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego, así como también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Las hostilidades han causado hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y unos 10.800 muertos y 26.900 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles.