Así lo ha anunciado la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, que ha destacado que este pacto supone “terminar con la ley mordaza”. “Hemos acordado con el Gobierno las cuatro cuestiones que todavía estaban pendientes y que supondrán acabar con ley mordaza, como son las faltas de respeto, la desobediencia, las pelotas de goma y las devoluciones en frontera”, ha explicado en una comparecencia ante los medios junto al diputado Jon Iñarritu.
“De esta manera”, ha señalado, “se acaba con todos los aspectos lesivos” de la norma y “todo ello quedará recogido en una nueva ley que sustituirá a la ley mordaza”. Esta nueva Ley orgánica de Libertades y Seguridad Ciudadana recoge “todos los acuerdos y avances logrados en la legislatura pasada”, a los que se suma ahora lo pactado.
“Con este acuerdo desbloqueamos la situación y logramos que la gran asignatura pendiente, terminar con ley mordaza, vaya a hacerse realidad”, ha remarcado Aizpurua.
Uso de pelotas de goma
En cuanto al uso de pelotas de goma, el acuerdo incluye acabar con el mismo sustituyéndose por medios “menos lesivos”. El pacto recoge que se añade una disposición adicional nueva por la que “las autoridades competentes deberán desarrollar protocolos específicos, de acuerdo con estándares internacionales, sobre la gestión policial de manifestaciones y reuniones, incluyendo la utilización de uso de la fuerza y material antidisturbios, en orden a utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables. Asimismo, se sustituirá progresivamente el uso de los proyectiles cinéticos denominados balas de goma por otros menos lesivos””.
Faltas de respeto y desobediencia
Respecto a las faltas de respeto a la autoridad, se acaba con las sanciones injustificadas o basadas en interpretaciones subjetivas, se blinda la libertad de expresión y se establece su cancelación en caso de que la persona acusada se retracte”.
Sobre la desobediencia, “la infracción pasa de grave a leve y se establece que la desobediencia debe ser manifiesta, clara y objetivable, que será sancionable solo cuando esté ajustada a una orden legal, ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico, impidiendo la discrecionalidad sobre requerimientos y sanciones”, muestra el texto del acuerdo.
Devoluciones en frontera
De acuerdo al citado documento, “en el plazo de seis meses se abordará la modificación en la Ley de Extranjería, estableciendo como criterios para la modificación el respeto y aplicación de la normativa de Derechos Humanos y protección internacional, estableciendo el acceso y evaluación a las solicitudes de protección internacional previamente al proceso de posible expulsión”.
Según la disposición adicional nueva pactada, “la certificación e identificación de las personas potencialmente solicitantes de asilo y la evaluación sobre su acceso a las solicitudes de protección internacional deberá realizarse en los lugares habilitados al efecto en los pasos fronterizos previamente al proceso de posible expulsión”.
Todos estos aspectos, y los ya aprobados en la anterior legislatura, conformarán una nueva norma que sustituirá a la actual ley mordaza aprobada por el PP.
ERC: “El acuerdo de Bildu también es nuestro acuerdo”
Desde ERC han mostrado su respaldo al pacto suscrito entre Gobierno y EH Bildu y lo han hecho suyo. “Nos alegramos del acuerdo de Bildu porque también es nuestro acuerdo. Punto por punto”, ha asegurado el portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, en un mensaje en sus redes sociales.
“Y porque pueden trabajar sin un ecosistema político y mediático profundamente tóxico basado en el histerismo y en el reparto de pureza”, ha manifestado.
Podemos: “Se queda muy corto este acuerdo”
Opinión diferente tienen en Podemos. El secretario de Organización y portavoz de los morados, Pablo Fernández, ha asegurado que “esto no se puede llamar ‘derogación de la ley mordaza’ porque se queda muy corto este acuerdo”.
“No se prohíben las balas de goma y continúan las devoluciones ilegales de personas”, ha criticado, antes de afirmar que “es un retoque muy estético” que “no aborda las grandes cuestiones que a nuestro juicio deberían eliminarse”. “En definitiva, es una reforma que lleva la firma del PSOE: un titular muy grande y mejoras muy, muy pequeñitas”, ha lamentado.