La magnitud real de la economía sumergida en Europa continúa siendo difícil de calcular con exactitud. Sin embargo, los datos disponibles muestran claramente su peso en países como España, donde actividades económicas informales alcanzan el 24% del PIB, según destaca el último informe publicado por el prestigioso Centro para la Investigación Económica y sobre Políticas (CEPR).
Este fenómeno, aunque conocido, apenas recibe la atención necesaria por parte de la investigación económica tradicional, lo que plantea retos adicionales para diseñar políticas efectivas contra la evasión fiscal y la precarización laboral.
España, en el podio europeo de la economía sumergida
Según el informe elaborado por los economistas Francesco Pappadà y Kenneth Rogoff, España presenta una cifra preocupante de economía sumergida, con un 24% del PIB. Únicamente Grecia (36%) e Italia (31%) presentan cifras superiores dentro de la Unión Europea.
La brecha entre Europa: países con menos del 1% del PIB en negro
Mientras España, Grecia e Italia lideran esta problemática, otros países europeos como Bélgica (0,5%), Suecia (0,6%) o Eslovenia (0,7%) muestran cifras significativamente inferiores. Este contraste revela la heterogeneidad económica y la efectividad desigual en las políticas contra el fraude fiscal en Europa.
Los autores advierten que la economía sumergida sigue siendo un punto ciego en la investigación macroeconómica, pese a su gran impacto
Nuevos métodos para detectar la economía oculta
Hasta ahora, las estimaciones sobre la economía sumergida se basaban principalmente en métodos indirectos como el análisis del consumo eléctrico o la circulación del efectivo. El CEPR propone ahora un nuevo enfoque algorítmico basado en el cruce de datos fiscales (IVA) y encuestas sobre hábitos de consumo, proporcionando una herramienta más ágil y precisa.