La decisión del G7 ha iniciado un proceso de negociación crucial, que incluirá una reunión virtual de más de 130 naciones el 30 de junio para acordar los cambios propuestos por la OCDE en relación con la fiscalidad mundial. A continuación, se celebrará una cumbre del G20 en Venecia el 9 de julio para refrendar estos acuerdos y luego se espera una posible firma en octubre de 2021 durante otra reunión del G20.
“Aunque la eventual aplicación de este acuerdo tardará mucho tiempo por cuestiones de ratificación, la iniciativa representa un momento único de convergencia fiscal mundial”, señalan los analistas de Allianz Research en un informe. Estos expertos estudian en términos de erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS por sus siglas en inglés) las principales economías del mundo y encuentran las siguientes conclusiones: “Polonia, España, China y Países Bajos son claros ganadores; EEUU, Reino Unido, Rusia e Italia son ganadores relativos; Francia, Japón y Canadá no ganan ni pierden; e Irlanda, Brasil y Hungría son claros perdedores del acuerdo”.
A largo plazo, el tipo impositivo mínimo global para las grandes empresas multinacionales (EMN) podría repercutir en el crecimiento potencial de las economías a través de diferentes canales, explican estos expertos:
– “El canal de repatriación de capital o de crecimiento de la productividad”: los países con tipos impositivos para las empresas inferiores al 15% serán menos atractivos y las EMN podrían verse tentadas a repatriar capital a su economía nacional. Es probable que esta repatriación produzca un choque de productividad positivo en la economía que se beneficia de ella, mientras que el país que ve una salida de capital registrará un choque de productividad negativo con consecuencias a largo plazo.
– “El canal de la relación de intercambio”: los países que se benefician de la repatriación de capitales también reforzarán sus capacidades de producción y, por tanto, reducirán su dependencia de las importaciones (lo contrario para los países con tipos impositivos inferiores al 15%, que podrían enfrentarse a una mayor dependencia de las importaciones).
– “El canal de la deuda pública”: la repatriación de capitales contribuirá a reforzar el potencial de crecimiento de las economías que ven cómo los capitales vuelven a casa. Esto creará nuevos recursos fiscales y contribuirá a reducir el nivel de deuda como porcentaje del PIB, o al menos a reducir su ritmo de crecimiento. Por el contrario, los países que vean deteriorada su competitividad fiscal a causa del impuesto mínimo global podrían tener más dificultades para estabilizar su deuda pública.
– “El canal de la inversión pública o efecto crowding-in/crowding-out”: los países que ganan en competitividad gracias a este reequilibrio global podrían tener un mayor incentivo para aumentar el tamaño de la inversión pública como porcentaje del PIB, en particular en un contexto en el que se espera que la demanda de bienes públicos aumente después del Covid-19. “Este canal de transmisión es ambiguo en términos de impacto, ya que podrían producirse efectos de crowding-in o crowding-out”, explican los expertos, por lo que “suponemos que se mantiene la tendencia de los cinco años anteriores a la creación del impuesto”.
– “El canal de los ingresos del impuesto de sociedades o canal de redistribución”: el aumento de los ingresos del impuesto de sociedades como porcentaje del PIB podría seguir un movimiento de repatriación de capitales para los países con un tipo del impuesto de sociedades superior al 15%. Los países con tipos del impuesto de sociedades inferiores al 15% sufrirán un menor nivel de competitividad y registrarán salidas de capital, seguidas de menores ingresos fiscales normalmente obtenidos de los beneficios de las empresas extranjeras.
Teniendo en cuenta estos factores, los expertos de Allianz destacan que “la mayoría de nuestro panel con un tipo impositivo superior al 15% se beneficiaría de este acuerdo”; mientras que “los países con tipos impositivos inferiores al 15% verían afectado negativamente su potencial de crecimiento”. El principal beneficiario sería Polonia (+0,8 puntos porcentuales a partir de un potencial de crecimiento a cinco años del 3,4%), seguido de España (+0,77 puntos porcentuales a partir de un potencial medio del 0,7%) y China (+0,67 puntos porcentuales a partir de un potencial medio del 6,6%).
El potencial de EEUU aumentaría en 0,34pp al pasar de 1,80 de media entre 2015-2019 a 2,1. En el caso de los países con un tipo del impuesto de sociedades superior al 25%, como Japón, Francia y Brasil, el análisis destaca que “su ganancia de variación del crecimiento potencial es menor y casi insignificante o incluso negativa en el caso de Brasil”. “En este contexto, está claro por qué esta categoría de países insiste en aumentar el tipo impositivo mínimo global propuesto”, señalan los expertos de la aseguradora alemana.
En el lado contrario, los países con un tipo impositivo de las empresas inferior al 15% saldrían perdiendo en gran medida con un tipo impositivo mínimo global. Irlanda, cuyo tipo impositivo actual es del 12,5%, podría ver caer su crecimiento potencial en -2,14 puntos porcentuales (desde un potencial de crecimiento del 5,9%). Esta importante caída debe interpretarse con cautela, pero puede dar una idea de por qué Dublín se ha opuesto a una armonización fiscal europea. Asimismo, Hungría -cuyo tipo impositivo actual es del 9%- podría ver reducido su potencial de crecimiento en -1,85pp (desde un potencial medio de crecimiento del 2,9%).
Así lo ha asegurado el jefe de la diplomacia española en una entrevista en 'La…
Ya lo había dicho sin ánimos de autosuficiencia porque para nada me considero un especialista…
De este modo, las acciones de la entidad andaluza subían un 3,4% en el Ibex…
Sin embargo, podemos decir que los progresos han sido enormes. Aunque una de cada cinco…
"El mes de enero es un mes en el que tradicionalmente aumenta el desempleo en…
Un año antes, UBS había registrado un beneficio neto atribuido de 27.366 millones de dólares…