Los países de la Unión Europea recaudaron en 2018 324.600 millones de euros a través de impuestos medioambientales, un aumento del 3% respecto al ejercicio anterior y de nada menos que de un 49% si se compara con 2002.
De acuerdo con las cifras de Eurostat, los impuestos a la energía representaron la mayor parte (77,7%) de los ingresos por impuestos verdes, seguidos por los gravámenes al transporte (19,1%) y a la contaminación (3,3%).
La contribución de los impuestos medioambientales a los ingresos totales del gobierno varía significativamente entre los Estados miembros de la UE en 2018, con las cuotas más altas registradas en Letonia (10,9%), Bulgaria (9,8%), Grecia (9,5%), Eslovenia (9,4 %) y Croacia (9,3%). En el otro extremo, están por debajo del 5% en Luxemburgo (4,4%), Alemania (4,5%) y Suecia (4,8%).
España se sitúa en la parte baja del ranking, con un 5,3% que se sitúa por debajo de la media del bloque común (6,0%).