El reglamento aprobado por la UE, para acabar con la dependencia de los combustibles fósiles rusos, ha establecido un objetivo de reducción del 50% desde agosto de 2022 hasta marzo de 2023, frente al mismo periodo de los cinco años consecutivos anteriores.
Entre agosto y noviembre, el consumo de gas natural ha disminuido en la mayoría de los Estados miembros. En 18 de ellos, el consumo se redujo por encima del objetivo del 15 %, en algunos, por un amplio margen (por encima del 40 %).
El mayor descenso se registró en Finlandia (-52,7 %), Letonia (-43,2 %) y Lituania (-41,6 %). Por otra parte, seis Estados miembros, entre ellos España, redujeron en menor medida su consumo de gas natural, pero sin llegar a alcanzar todavía el objetivo del 15 %. Además, el consumo se incrementó en dos países: Malta (en un 7,1 %) y Eslovaquia (2,6 %).