El repunte del IPC respondió en buena medida al alza del precio de la energía y de los alimentos frescos, de acuerdo con las cifras de Eurostat. Sin embargo, si se analiza por países la subida de precios es muy desigual, con tasas de hasta el entorno del 5% en algunos países como Estonia, Lituania o Bélgica. En el lado opuesto, el IPC sube apenas un 0,3% en Malta, y se mantiene en niveles más o menos moderados en Grecia (1,2%) o Portugal (1,3%).
En el caso de España, la inflación armonizada se situó en agosto en el 3,3%, por encima de la media de la eurozona. Entre las otras grandes economías de la eurozona, Alemania (3,4%), mientras que en Italia (2,6%) y Francia (2,4%) la subida de los precios ha sido más contenida.